El Chiringuito de Pedrerol: Con permiso de los árbitros...

El Madrid, perjudicado en el derbi, debe también hacer autocrítica. Le falta fútbol y está a diez puntos del Barça... pero su obligación es seguir creyendo.

Me gusta la frase de Sergio Ramos en Instagram: «Volvería a sangrar una y mil veces más por este escudo y esta camiseta. Gracias a todos por el cariño y apoyo. En nada, de vuelta». Es lo que pide la afición del Madrid. Compromiso. Corazón. Actitud. Coraje. Lo que pone Ramos cada vez que se enfunda esa camiseta.

Haced como Sergio

Ramos se equivocó abriéndole la puerta a Neymar. Tiene que proteger a los suyos. Tiene que mirar por Cristiano, tan importante en todo lo que ha conseguido este Madrid y máximo goleador de la historia blanca. Es el capitán y debe cuidar estas cosas. Pero su ejemplo tiene que cundir en el vestuario. No se puede tirar la Liga, hay que seguir luchando en cada partido. Hay que hacer como Ramos, que en ninguna circunstancia baja los brazos y sale al césped a partirse la cara si es necesario para ganar.

Más fútbol

La afición pide compromiso... pero también algo de fútbol. Entiendo el enfado del madridismo con el arbitraje. Savic casi le parte la pierna a Kroos y se fue de rositas. Correa le dio un pelotazo en la cabeza a Benzema y no se llevó sanción alguna. A Ramos le rompieron la nariz y no se pitó penalti. Tampoco con las manos en el área. Son demasiados errores. Pero el Real Madrid nunca llora y está obligado a hacer autocrítica.

¿Qué te pasa, Zizou?

¿Qué le pasa a Zidane? ¿Por qué no cree en esta plantilla? ¿Dónde están las famosas rotaciones que le hicieron campeón de Europa y de Liga hace seis meses? ¿Por qué el equipo no reacciona? ¿Por qué tarda 76 minutos en hacer el primer cambio más allá del obligado de Nacho por Ramos? Qué bien lo explicaba Luis Aragonés: «Si no se te ocurre nada, agita la coctelera». Hacer cambios para que parezca que haces algo. Eso es lo que le está pasando al Madrid. Que no parece nada. Que no juega a nada.

Hace falta otro delantero

Zidane tiene mucho crédito. Ha ganado dos Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes. Pero han saltado las alarmas. Estar diez puntos por debajo del Barcelona es un desastre absoluto, y más en noviembre. Y lo peor es el juego. No hay fútbol, ni ocasiones, ni goles. Karim Benzema ni está ni se le espera. Gareth Bale cuenta sus partidos por lesiones. Y a Cristiano no le llegan balones, y los que le llegan no sabe aprovecharlos. Zidane debe plantearse, ya que no cree en Mayoral, buscar un recambio para Benzema en enero.

Bien por Carvajal

Hasta Marcelo está mal, cuando antes era un cuchillo por su banda. Él y Carvajal fueron claves en el doblete de la pasada temporada. Al menos el Madrid ha tenido la buena noticia del alta del canterano. Cómo se notó su presencia en el Metropolitano. Qué falta hace en este equipo.

Hay que creer siempre

Este Madrid tiene que volver a creer para afrontar lo que queda de Champions, que sería su tercera consecutiva, y la Liga, el torneo que más ilusión le hace a Zidane. Pero puede ser muy duro si el equipo se despide del campeonato tan pronto. El Bernabéu perdona los errores, pero no tolera la dejadez. Con permiso de los árbitros, el Madrid tiene la obligación de seguir creyendo.