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El chiringuito de Pedrerol: Espejito, ¿quién es el mejor? Tú

Cristiano, preocupado por el golpe recibido, le pidió el móvil al doctor para verse
Cristiano, preocupado por el golpe recibido, le pidió el móvil al doctor para verselarazon

Ha vuelto Cristiano. Ha vuelto a marcar. Eso es lo que le hace sonreír. Aunque ayer le costó más de la cuenta. Pero debe estar feliz. Se tiene que quedar con la ovación. No con la del quinto ni la del sexto gol, sino con el caluroso aplauso que le dedicó el Bernabéu cuando falló un gol cantado en un remate a placer. El madridismo le transmitió todo su cariño y admiración en el momento en el que más falta le hacía.

La afición, a su lado

Cuando Cristiano se plantee la posibilidad de salir del Real Madrid, debe pensar en los que más importan, que son los aficionados merengues. Son los que le muestran su apoyo cada semana. Los que han estado a su lado cuando peor estaba y no le salía nada. Los que le han ayudado a levantarse cuando no quería entrar la pelota. Los que creen en él y saben que siempre vuelve y nunca se rinde. En los malos momentos, el que siempre estuvo a su lado, el que mejor le trató, fue siempre su público.

Ejemplo de compromiso

Cristiano es el único que puede decidir su futuro. Pero lo de ayer fue un ejemplo de compromiso con el Madrid. Jamás podrán reprocharle no haberse dejado el alma en cada partido, no haberse comido la hierba en cada encuentro, no haberse dejado la cara en cada disputa. Como hizo en ese sexto gol que tanto nos alarmó.

Se jugó el tipo

El partido estaba resuelto con 5-1 y Cristiano ya había marcado. Pero el portugués se jugó la cabeza, literalmente. Lucas Vázquez puso el centro desde la derecha y el crack portugués no se lo pensó. Entró con todo al remate para firmar el doblete jugándose el tipo como hace siempre. Es un depredador y su presa es el gol. No puede pensar en otra cosa cuando salta al terreno de juego.

¿Qué me pasa, doctor?

Y marcó, pero llevándose esa tremenda patada, involuntaria, de Schär. Se retiró con las manos ensangrentadas y la cara hecha un poema. La imagen nos asustó a todos. Hasta al doctor De la Morena. Me imagino a Cristiano viéndole la cara al médico y preocupándose aún más. Y su único «pecado» fue pedirle el móvil y decir: «Déjame ver qué tengo». Estamos en el siglo XXI. Hemos cambiado los espejos por los móviles. Normal, ¿no?

Eres «The Best», pero...

Cristiano podría haberle preguntado al espejo: «¿Quién es el mejor jugador del mundo?». El espejo le habría contestado: «Tú. Lo dijeron entrenadores, capitanes y periodistas al darte el The Best y el Balón de Oro». Pero el espejito mágico también le habría dicho: «Debes reconocer que no estás en tu mejor momento y que estás fallando lo que no has fallado nunca».

Disfruta en el Madrid

Los goles de ayer son importantes, Cristiano. Vives del gol. Es lo que te ha hecho tan grande, pero también lo que te hace sufrir. El balón siempre ha sido tu cómplice y tu compañero de viaje. Él y tú habéis sido uno todos estos años y lo de ayer te va a ayudar a recuperar la confianza. Te queda la Champions y la Copa para redondear otro año glorioso, pero no te obsesiones con tu ampliación de contrato. Que no te mareen con posibles ofertas. Céntrate en el fútbol. Vuelve a disfrutar. Y, lo sabes perfectamente, donde más vas a hacerlo es en el Madrid.