LaLiga Santander
El chiringuito de Pedrerol: Sin chispa, sin ganas, sin nada
Con la única excepción de Isco, que sí dio la cara, el Girona le dio un auténtico baño al Madrid en Montilivi y los de Zidane ya están a ocho puntos del Barcelona.
La falta de ilusión no se perdona. Sin actitud no se ganan los partidos. Hacen falta ganas. Hay que ponerle corazón. Sin esto, te pasa lo que le ocurrió al Madrid en Girona: que se llevó un baño histórico en su primera visita a Montilivi. El Barcelona no hizo nada del otro mundo en Bilbao, pero gracias a Messi y Ter Stegen logró la victoria en San Mamés y va sumando de tres en tres. Pero al equipo blanco se le ha parado el reloj y ya está a ocho puntos de los culés. La Liga se le ha puesto muy cuesta arriba.
No transmite
La camiseta no gana partidos sola. Hay que sudarla para jugar bien al fútbol. Hay que respetarla para representar al Madrid. Hay que dejarse la piel y el alma en cada balón, en cada carrera detrás de un rival, en cada centro al área, en la presión, en los desmarques para ayudar al compañero. El Madrid no tuvo nada de eso ayer en Girona, especialmente en una segunda parte que es de lo peor que se le recuerda. Y lo más grave de todo es que nunca transmitió la sensación de que la remontada fuera posible.
¡Que sois el Madrid!
Llega la hora de señalar. Basta de futbolistas acomodados. Basta de actitudes perezosas. Y de jugadores fallones, que se equivocan una y otra vez delante del portero, que pierden balones fáciles. ¡Que estáis en el Real Madrid! Hay que demostrar la calidad en cada partido y en cada entrenamiento. No puede uno echarse a dormir después de firmar por el club blanco o te adelantan por la derecha. Muchos jugadores no están cumpliendo con las expectativas ni están dando el nivel que tienen. Y así te pinta la cara el Levante, el Betis o un recién ascendido, como lo hizo el Girona. Fue un 2-1 y gracias, porque pudieron ser más. Isco no puede hacerlo todo siempre. No solo.
w Cristiano, ¡despierta!
Cristiano tiene que despertar. Tres disparos no son suficientes. Al «The Best» hay que exigirle algo más. Entrega, presión, lucha y compromiso. Que tire del equipo como ha hecho siempre en los buenos y malos momentos, y no venirse abajo cuando las cosas no le salen bien. Ayer volvió a agachar la cabeza. Eso es lo mínimo que se le pide a un profesional. Ese no es Cristiano.
Isco no puede solo
Isco sí está dando la cara. No sólo marcó el único gol: por sus botas pasaron todas las buenas jugadas que protagonizaron los de Zidane y se mató a correr por todo el campo. Dejó su magia habitual, pero también se puso el mono de trabajo para recuperar balones, aunque luego los perdieran sus compañeros. Está sosteniendo al Madrid en este mal arranque liguero de un equipo al que no sólo el Barça mira por el retrovisor, sino también el fantástico Valencia de Marcelino.
Una lección de fútbol
El Girona dio ayer una lección de fútbol al todopoderoso Real Madrid. Toda la semana hablando del autobús y finalmente fue el equipo el que pinchó. La humildad lleva al éxito y así actuó el Girona. Sin dureza, pero con nobleza e intensidad, jugándole de tú a tú a los merengues, hasta cuando se vieron por detrás creyeron en la posibilidad de ganarle al actual campeón. Y obtuvieron una justa recompensa ante un rival sin chispa y sin ganas. Un Madrid sin nada.
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