Fútbol
El Madrid ahoga con la presión
El líder, intenso en la recuperación después de pérdida, resuelve ante el Granada por la vía rápida. El Atlético se atrinchera y golpea al Eibar. Messi salva al Barcelona
Real Madrid-Granda
Aniversario y homenaje
Rotaciones en la delantera. Resolver rápido, el mensaje. Argumentos: intensidad y press alto. El cándido Granada colabora. 20 minutos y todo decidido. Las claves: Isco omnipresente en su zona de enganche; los laterales dan la amplitud necesaria y profundidad. Se masca la goleada. CR firma su homenaje y todo sentenciado.
Trámite, fiesta y aplausos
Con los deberes hechos, guión previsible. CR se desespera. Quiere aumentar su cuenta goleadora (mal momento). El apetito no basta. Llegan los cambios. James y Asensio, aclamados. Lo más relevante, en el minuto 25: el justo homenaje a Marcelo, el «dueño» de la parcela izquierda del Bernabéu. Lo simpático: sale Coentrao. Ése era el nivel del partido.
Villarreal -Barça
Electrizante... fútbol puro
Primer acto fantástico, de poder a poder. Barça intenso, manejando el partido con posesión de balón. Veloz. El rival, orden sin otorgar concesiones. Esperando golpear por sorpresa. Dos sustos. Las ocasiones, de un Barça estéril. Leo, Ney, Suárez, ineficaces ante Asenjo. Dos propuestas, dos lecturas para un juego excelente.
Messi, al rescate
Dispuesto a ganar. Iniciativa y ritmo alto son los elementos. Y una contra letal provoca un cambio de guión. Se intensifica el dominio. Nervios, por momentos, hasta desconcierto. El árbitro colabora en un sinfín de disparates. Penalti y expulsión de Bruno que no se pitó. El Barça empuja de forma estéril. Messi acude al rescate una vez más.
Eibar-Atlético
Se «tapa»la cabeza
Táctica de especulación. El combate es la elección. Juego directo y simplificado. Objetivo: ganar la batalla en medio campo, en busca del error, la imprecisión, y así encontrar el camino hacia Yoel (pobrísimo). Un Eibar superior, con ritmo, llegando por bandas. Sólo la falta de acierto lo privó del premio.
Ganar... como sea
El espíritu de Luis: ganar por lo civil o por lo criminal. Pero a veces es demasiado poco. El árbitro (no pita fuera de juego) se encarga de lo que parecía imposible: el gol (primer tiro). El Eibar pone cerco. Perdonan. Se hace el haraquiri. La clave, Gameiro y la vieja fórmula: atrincherarse y correr. Griezmann sentencia. Uff ... Se mascó la tragedia.
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