El rincón de Pipi: Arminio, se acabó tu tiempo

Victoriano, a todos nos llega la hora. Y la tuya llegó ya. Te tienes que ir. Por ti, por tu salud, por el fútbol español y desde luego por el bienestar del colectivo arbitral, que vive tiempos convulsos con declaraciones de presidentes que ven cosas que no les gusta. Y a todo ello hay que sumar la rebeldía de los modestos, que se sienten injustamente tratados. Esta situación no es nueva en el transcurso de los muchos años que llevas como presidente arbitral, pero ya se ha convertido en irrespirable.

Falta aire fresco

El arbitraje español necesita un soplo de aire fresco ya. Y esto debe empezar a iniciarse desde los despachos del Comité Técnico. Siempre has manifestado tu amor por el arbitraje y tu lado más paternal con los colegiados. Pero hace demasiado tiempo que ese no es el camino y te has ganado enemigos, por mucho que en la última convocatoria de las pruebas físicas de los colegiados y tras tu reunión con ellos, decidieran que te quedaras, que siguieras en el cargo. Hablemos claro, Victoriano: una cosa es lo que se dice a la cara para evitar represalias y otra lo que algunos piensan por detrás.

De la mano con Villar

Y el gran problema, además, está también fuera del colectivo. Muy pocos en el mundo del fútbol español apoyan tu continuidad. Es el momento de dar paso a sangre nueva después de 25 años y haber sido elegido por un presidente con serios problemas judiciales. Tienes que marcharte de la mano con Ángel María Villar. Me consta que pusiste tu cargo a disposición de Juan Luis Larrea, el sustituto ahora de Villar al frente de la Federación, y no lo aceptó. Pero tú tienes que ser firme y tomar una decisión irrevocable. Hazme caso «cantabrón»: el fútbol necesita un cambio y tu momento debe ser ya el de apartarte y ver los toros arbitrales desde la barrera. Todo lo que no sea así será nocivo para el futbol español, el arbitraje y también para ti mismo.