El aterrizaje de Sampaoli y Juanma Lillo ha sido una bendición para el sevillismo. Es verdad que tuvo un comienzo dubitativo y fue duramente criticado porque algunos no creían en su fichaje. Pero el tiempo ha ido dando la razón al técnico argentino. Su filosofía no era pura teoría, como muchos pregonaban. Tampoco es una milonga argentina. Los números son claros y no tienen corazón y en estos momentos es el equipo revelación en la Liga y se ha metido en los octavos de la Champions.

- Su gran reto

Un Sevilla que va en serio en la Liga y también en Europa, donde se encuentra ante su gran reto tras haber arrasado en la Liga Europa, donde es el rey indiscutible. Sus cinco títulos logrados en los últimos años son de un enorme mérito. Pero esta temporada el Sevilla con Sampaoli ha dado un paso más y tiene entusiasmada a la afición del Nervión con sus goles y buen juego. Lo único que necesita el técnico argentino es que no le sigan mareando la perdiz desde la AFA.

- Falta Bacca

En efecto, los dirigentes de la albiceleste le están poniendo la cabeza llena de pájaros para que sea el nuevo seleccionador. Esto puede ser un punto de retroceso que despiste de vez en cuando al bueno de Sampaoli en este proyecto que tiene por delante y que goza de una excelente salud. El momento del club que preside Pepe Castro es óptimo tanto deportiva como socialmente. A este ilusionante equipo sólo le falta que el colombiano Bacca diga sí en el mercado de invierno y regrese al Pizjuán, donde brilló con luz propia y enamoró a sus aficionados, algo que no está viviendo en el Milan.