Selección Española
España, con paso firme
La selección de Lopetegui transmite buenas sensaciones. Le costó derribar el muro de Macedonia, pero encontró la amplitud y la profundidad con los laterales. Con el 2-0 empezó la fiesta
Eje defensivo inédito
Bartra-Nacho como centrales. Laterales clásicos, Morata es la referencia. Nuestro sello de identidad (lo diferente), la segunda línea de los jugones, nuestra sala de máquinas «made in Spain», intacta. Comienzo habitual: control, el balón... pero en el minuto 4 De Gea evita el morbo. El equipo se sacude, pero enfrente, un muro bien ordenado que parece infranqueable. Thiago toma la manija, el más dinámico. Los laterales, muy estáticos, no llegan, preocupante. Sólo Vitolo, en busca de un resquicio, es desequilibrante por bandas. Sin amplitud no hay luz. Camino equivocado, por el medio: chocar. Un embudo en forma de sumidero. Empujando e insistiendo, Carvajal, por arte de magia, conquista territorio enemigo y un defensa en autogol abre la lata. Justo... premio a las ganas.
Goleada... excesivo castigo
Trepidante salida de España después del descanso. Morata y David Silva perdonan ocasiones claras para cerrar el partido por la vía rápida. Fútbol de tiralíneas con demasiada fantasía, tocando y gustándose, pero la sentencia no llega. Aduriz, al césped. Se prenden las luces, los músicos participan en una obra maestra. Inicia Thiago, Busquets, al espacio, Silva desequilibra, Vitolo lo firma de cabeza en el segundo palo. Llegó el 2-0. De Gea evita la reacción de Macedonia poco después, no quería bromas. Paradón del portero del Manchester United. Entra Isco, comienza la fiesta, Callejón, futbolista local, y Granada se unen. Aduriz, su gol, flashes para creer.