Hay que salir inyectados en sangre

El Madrid consiguió una balsámica victoria ante el Eibar, que fue desbordado de principio a fin por un buen equipo B merengue. Este triunfo tiene dos lecturas: se borró el mal sabor de boca de la decepcionante derrota en Alemania y el equipo se metió de lleno en la lucha por la Liga, ya a tan sólo cuatro puntos del líder. Así que entramos en faena grande...

- La noche previa

Muchos me preguntan cómo se prepara una situación así en un partido al límite para jugadores y entrenador. Pues bien, nada más acabar la ida y tras una ducha para serenar ánimos, ahí mismo nosotros comenzábamos a mentalizarnos para lograr el objetivo de la remontada en el Bernabéu. Por cierto, creo que quizá les faltó algo más de contundencia tras lo del Wolfsburgo, aunque han reaccionado. Me gusta el mensaje de Cristiano... Y esta noche de previa, en la concentración de Valdebebas, los capitanes y líderes deben empezar a arengar a todo el plantel.

- Aporrear las puertas

Recuerdo perfectamente a Camacho, Santillana y compañía aporreando las puertas de las habitaciones en el hotel gritando ¡Mañana esto será el Bernabéu! Así ya nos ponían la adrenalina a tope. Y en vestuarios, bajando por el túnel camino del césped, los alemanes deben sentir sus primeros miedos con nuestros gritos, arengas y miradas. Eso hacíamos. Hay que salir con los ojos inyectados en sangre. Y cuando el balón eche a rodar, que nos copien: el primer disparo, la primera falta, las primeras protestas para presionar al colegiado deben ser nuestras. El resto lo hará el clima único que se fabrica en estas grandes noche históricas en el Bernabéu. El Real Madrid aún puede conseguir Liga y Champions. Y para mañana necesitamos jugadores que vayan al límite por este escudo y el apoyo del público, que nunca da la espalda. Mañana puede ser otra gran noche... ¡Hala Madrid!