Las jornadas ligueras después de los compromisos europeos siempre son complicadas para los equipos que han jugado esa semana. Enlazar los esfuerzos físicos y mentales para afrontar con suficientes garantías los duros enfrentamientos de Champions puede acarrear desgaste extra incluso ya a estas alturas de la competición. El sábado, Lopetegui presentó ante el Espanyol un equipo con varios cambios respecto al duelo ante la Roma, ocasión de ver a una plantilla que pese a todo es muy completa.

Faena de aliño

Todos estaremos de acuerdo en que el sábado el juego de los blancos no fue brillante. Podíamos resumirlo con una expresión taurina como «faena de aliño». Suficiente para que este nuevo Madrid sumara los tres puntos y siga en lugar noble de la clasificación. Ante los «periquitos» hubo un futbolista que fue decisivo en la conquista los tres puntos, Marco Asensio, autor de un gran gol que se celebró con retraso por el error de Mateu Lahoz que esta vez sí corrigió el VAR. En estas páginas de La Razón y en El Chiringuito hace tiempo que venimos destacando las grandes cualidades de Marco que por su juventud y talento está llamado a ser uno de los grandes referentes del Madrid y de la Selección española.

Un número uno

El mallorquín sigue con pasos agigantados su tremenda progresión como jugador de élite y día tras día da muestras de su talento. Asensio sueña en un futuro lucir el 10 en la espalda, un dorsal que históricamente lo llevan casi siempre los auténticos números uno. Ahora mismo lo luce Luka Modric, que, por cierto, hoy podría coronarse merecidamente con el premio «The Best» y así relevar al mismísimo Cristiano Ronaldo, ganador de las dos últimas ediciones. Y yo creo que Marco será un digno sucesor con el 10 de Modric. El 10 de Modric... ¿the best?