Restringido
¿Si está bien, Bale debe jugar la final de la Champions?
¡Qué rápido olvidas Lisboa y Milán!; por José Luis Sánchez
Mi amigo Alfredo, entiendo que quieras apostar por Isco. Es un gran jugador y ha hecho un notable final de temporada, pero Gareth Bale son palabras mayores. Todavía recuerdo tu cara de felicidad cuando marcó el tanto definitivo en Lisboa, en aquella prórroga inolvidable. Tampoco se me ha borrado de la memoria cómo corrías tras verle lanzar un penalti al límite del físico en San Siro. Siempre ha dado la cara y lo más importante, siempre ha sido decisivo. En la cabalgada de la final de Copa, en la final del Mundial de Clubes ante San Lorenzo. Ahora sé sincero, en una final, ¿vas a dejarle de lado?
El héroe de Gales
Intenta ser coherente Alfredo. ¿Dónde se juega? En Cardiff. ¿Quién es el único galés de la final? Correcto, Gareth Bale. Saldrá como un avión, será un cohete ante la Juventus. Motivado no, extramotivado. Dejar ese potencial en el banquillo sería un craso error. ¿Sabes cuánto tiempo lleva soñando con ese momento? Toda su vida. Bale es madridista desde pequeño, desde su pequeño, pero maravilloso, país, disfrutaba con la volea de Zidane en Glasgow o la carrera de Raúl en París. Le fichó Florentino Pérez por su talento y su madridismo. Si algo tengo claro, es que Bale será el héroe.
Puerta grande o enfermería
Lástima aquella lesión en Lisboa antes de Navidad, llevaba un año siendo el mejor de la BBC. Después ha sido un quiero y no puedo. Pero llegará recuperado, con dos semanas de entrenamiento y cogiendo ritmo. Ya demostró su carácter arriesgando su físico en el clásico. Sabe que tiene muchos ojos sobre él, pero quiere desterrar cualquier duda. Si falla en Cardiff, adiós Bale. Pero se ha ganado jugarse la Puerta grande o la enfermería. Harías bien en no menospreciar su potencial. No caeré en la campaña de destrucción, de acoso a Gareth, sólo por no ser español. Alfredo, hombre de bien, hazme caso, Bale está llamado a ser el hombre de la Duodécima.
Es el momento de la magia de Isco; por Alfredo Duro
Isco está en el mejor momento de su carrera. Su exhibición en el Calderón ha enterrado la teoría de que nunca veíamos su mejor versión en los partidos más importantes. Reconoce, José Luis, que tienes que pertenecer a una especie muy selecta para que tus compañeros de vestuario te conozcan como «Magia». La magia de quién está tocado por una varita de calidad fuera de lo normal y que está permitiendo que el Madrid firme un final de temporada impresionante. Nada de esto pone bajo sospecha las condiciones de Bale para estar en su Cardiff natal, pero la inactividad que han provocado sus lesiones no garantizan el ritmo y la intensidad física que su fútbol necesita.
Sin experimentos
El Bale que apareció en Lisboa y el que el madridismo disfrutó en Milán son ahora un simple recuerdo. Por mucho empeño que tanto él como los servicios médicos del club están poniendo en su recuperación, este equipo ya ha adquirido otro tipo de virtudes y no pasan por aprovechar la explosividad que el mejor Bale ofrece. El Bale de Cardiff estará más motivado que nadie, seguramente, pero una final de Champions no puede ser nunca un campo de experimentos. ¿Recuerdas la ruleta rusa a la que Simeone jugó en Lisboa con la lesión de Diego Costa? No hará falta volver a explicar las consecuencias que tuvo aquello.
Fondo de armario
Con un equipo con poco fondo de armario podrían asumirse los riesgos que conlleva reaparecer en una final europea, pero este Madrid, con una de las mejores plantillas de su historia, si no la mejor, dispone de una galería de alternativas que son la envidia de sus mayores enemigos. ¿De verdad crees que merece la pena asumir riesgos y renunciar al extraordinario momento que está viviendo Isco? Su presencia le aporta al mediocampo del Madrid un margen de equilibrio que, frente a la Juventus, te hará más falta que en ningún otro partido. No juegues tú también a la ruleta rusa.
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