Siempre Messi

El Barça pudo salir de Mestalla con la cabeza alta. Logró un punto ante su gran rival en la clasificación y demostró que no le falta orgullo para empatar un partido que tenía muy cuesta arriba. Y de nuevo tuvo que ser gracias a Messi. Otro pase medido, otra genialidad en forma de asistencia para Jordi Alba, que remató con rabia el gol del empate. Porque tras recoger la Bota de Oro, el pasado viernes, Leo recordó que no se considera un delantero. Y no lo es. En Mestalla lo volvió a demostrar. Inició la mayoría de jugadas de su equipo desde el centro del campo, dirigió, lideró y confirmó que la mejor noticia para los culés es su nueva renovación. ¡Qué pase en el gol del empate! Así celebró que «se queda».

Suárez, espabila

El problema es que Messi estuvo demasiado solo en ataque. Y en este tipo de partidos se confirma que la calidad ofensiva es menor que la temporada pasada. No sólo se nota la ausencia de Neymar, sino que el bajón de Suárez es alarmante. Se espera mucho más del uruguayo. Otra vez le vimos demasiado en fuera de juego y volviendo a protestar en exceso a los árbitros. Este año le está costando mucho más marcar. ¡Tiene que espabilar!

¡VAR, ya!

El Barça jugó la mejor primera parte de la temporada. Serio, con un dominio absoluto, concentrado. Fue un baño de los de Valverde en Mestalla. Demostraron que quieren la Liga y si no hubiera sido por la actuación de Iglesias Villanueva se habrían ido ganando al descanso. Que pongan VAR ya. A saber qué habría pasado si ese gol sube al marcador... ¡Qué rabia!