Ter Stegen salvó la debacle

Las paradas del guardameta y los goles de Leo evitaron el desastre del Barça. Isco, con dos asistencias, lideró al Madrid. Simeone rectificó su pizarra y sentenció Gameiro

Real Madrid-Espanyol

Cómodo y sin oposición

¿Rotaciones excesivas? ¿Un riesgo para la sincronización del equipo? Le costó encontrar la velocidad y profundidad en ataque para romper el bloque de Quique, tal vez demasiado inocente y con poca réplica al talento blanco. La dificultad crea monotonía, pero Isco se encarga de dar a Morata un pase mortal. Llega la calma.

Bale, el deseado

Plan B. Este Espanyol no llegó ni se le esperaba. Su partido, sólo la incertidumbre de un resultado corto. El Real Madrid, mismo guión: poco ritmo y chispazos individuales. De repente, enloquece la parroquia, vuelve el galés. Agita al equipo, contagia y, si lo sella con un gol marca de la casa, fiesta completa. Del sopor al éxtasis. Bale, el potro, cabalga de nuevo.

Sporting-Atlético

El Cholo apagó el incendio

Superofensivo. Sin riesgo. Los puntos, único objetivo. La fórmula no importa. Traoré, el gigante de ébano, perdona. Toca atrincherarse. Abierto. Tres minutos de infarto. Pero el Sporting está dispuesto a quemar sus naves. Simeone tira de pizarra. Cambios lógicos en el medio. Gameiro, letal. Lo que parecía trágico termina en fiesta táctica.

Barcelona-Leganés

Agarrados a Messi

Inicio esperanzador, ritmo altísimo, preludio de fiesta. Tres minutos, Leo, golazo. Ficticio, llega la calma, el desorden y el caos. Leganés se lo come con orden y velocidad. SOS. El milagro sólo lo conciben Ter Stegen, magistral, un chispazo de Neymar y un Messi implacable. Amenazaba incendio. Pudo ser un justo y prematuro adiós a la Liga.