Ciclismo

España

A Nibali le fallan las piernas

El italiano ofrece sus primeras señales de debilidad y cede ante el ataque de Purito, que recupera 28 segundos, como Valverde. Horner, más cerca

El francés Warren Barguil (Argos) se impone vencedor de la decimosexta etapa de la Vuelta a España disputada hoy entre Graus y la Estación de Formigal, de 146,8 kilómetros
El francés Warren Barguil (Argos) se impone vencedor de la decimosexta etapa de la Vuelta a España disputada hoy entre Graus y la Estación de Formigal, de 146,8 kilómetroslarazon

A Purito Rodríguez le importaba más poder respirar después de cruzar la meta que los segundos recuperados a Vincenzo Nibali. «"Cagüendiós", que me vais a tirar. Siempre igual», se quejaba mientras el jefe de prensa de la carrera lo apartaba de las radios y la prensa escrita para llevárselo a la televisión. «No es igual responder después de una etapa llana que después de una jornada como la de hoy», explicaba. Un día duro, muy rápido, al que los ciclistas llegaban con el cansancio acumulado después de las etapas de Andorra y Peyragudes. «Nos estamos pegando unas buenas palizas», dice Purito.

Quizá fue eso, o quizá que no está tan fuerte como se le imaginaba en los días anteriores, pero Nibali mostró sus primeros síntomas de debilidad. Primero tras un ataque de Alejandro Valverde ya en las rampas de Formigal. Pareció marcharse con relativa facilidad, pero no tardó en echar la vista atrás y dejarse atrapar por el grupo de favoritos. Parecía una rendición inexplicable, pero a Alejandro le exigía demasiado esfuerzo avanzar con el viento en contra. En el equipo Movistar le ven fuerte, convencido de sus posibilidades y su arrancada pudo ser una forma de comprobar hasta dónde puede aguantar Nibali. Fue él el único que observó cierta fragilidad del italiano el domingo en el ascenso a Peyragudes. «Quedaba mucho, daba el viento de cara y vi que yo solo iba a ser imposible», confirmaba después. Pero Nibali ya había dado las primeras pistas a sus rivales. Purito estaba atento y lo intentó con más fortuna. Sacó unos metros de distancia que parecían presagiar el hundimiento del líder. Pero no quedaba terreno para tanta tragedia, aunque el italiano se iba quedando cada vez más atrás. Los corredores que llegaban desde el fondo le iban superando, como Igor Antón. «El maillot rojo pesa mucho. Había viento en contra y a falta de tres kilómetros he empezado a notar que me faltaban las fuerzas», aclaraba el líder.

Le fallaron las fuerzas, pero no lo suficiente para poner en discusión el liderato. «Todos tenemos un día malo y si el suyo ha sido éste hay que felicitarle porque lo ha salvado muy bien», afirma Purito. Él le recortó 28 segundos, los mismos que Valverde, que tardó más en arrancar y no llegó a la altura de su compañero, pero había conseguido tres segundos en un esprint bonificado. Horner fue el más beneficiado. Los 50 segundos que le separaban de Nibali se han quedado en 28. «Son los más fuertes de la carrera», insiste Purito. «A Alejandro y a mí nos va a costar, aunque ahora vienen puertos que me gustan. Me encantaría poner mi firma en el Angliru. Para un escalador es la hostia».

Valverde no dice nada, sólo se alegra de los segundos «robados». Y está feliz a 1:14 de Nibali. Ayer demostró que quiere continuar la remontada.