Brilla Viviani, y Matthews se pone rosa

El sprinter italiano le brinda al Sky la victoria en Génova donde Michael Matthews recoge el testigo de Gerrans al frente de la general. Contador es sexto, a 7 segundos del líder.

A Elia Viviani nunca le daban la paga. Por eso tuvo claro desde pequeño que tenía que dar pedales más rápido que nadie si quería ganarse unas liras para salir con los amigos. A uno de ellos lo vio Viviani disputar carreras en bici y se quedó hipnotizado. Se decidió a probarlo y le enganchó. Hasta ahora. Viviani ha crecido rápido y veloz, girando y dando vueltas a la pista que tiene ya más que dominada. Omnium, americana, persecución... pronto se le quedaba pequeña. Necesitaba ser libre, volar. Así que probó con la carretera y el Liquigas de Basso, el orgullo del ciclismo italiano entonces, no tardó en ficharlo. Este invierno el Sky llamó a su puerta. Necesitaban un sprinter de calidad y futuro para dominar las llegadas masivas y le prometieron libertad y liderazgo en las volatas del Giro. Viviani no ha tardado en devolverles la confianza. En Génova, la ciudad de Cristóbal Colón, fue el primero de los rápidos de este Giro.

Fue el colofón de la primera y soleada etapa en línea de la ‘corsa rosa’. La del paseo turístico por la costa ligur, pedaleando y disfrutando del mar y los bañistas en la arena de las playas. Tomaron el sol Marco Frapporti, Lukasz Owsian, Giacomo Berlato, Eugert Zhupa y Bert Jan Lindeman untos en cabeza de carrera, la fuga permitida por el pelotón tirado por el Orica del líder Gerrans y el favorito Matthews y por el Trek de Felline y Nizzolo. Pero en el final de la etapa, Contador no quería sustos ni imprevistos y no escatimó en pedir escolta hasta la meta a todos sus hombres. El Tinkoff-Saxo imprimió el ritmo que descolgó a Domenico Pozzovivo, el primero de la segunda fila de favoritos en caer. Un minuto y nueve segundos le cayeron en meta al italiano del ag2r. Eso tiene el Giro. Que en cualquier momento que te despistas, te castiga.

Cayó también Dayer Quintana. El colombiano del Movistar titubeó con un badén cuando iba en medio del pelotón y se fue al suelo solo. Raspaduras y el maillot hecho jirones en el momento que más lanzada iba la carrera. En el momento que Elia Viviani se preparaba para acelerar.

Viviani es de Verona, la ciudad de los enamorados, de Romeo y Julieta. Hace un año ha montado una moderna tienda de bicicletas, su hermano también pedalea y su novia, Elena Checchini, es la campeona italiana de ciclismo de carretera. Una vida dedicada al ciclismo. Ayer, el deporte que tanto ama le devolvió un poco de todo su sacrificio con su primera victoria en un Giro de Italia que ahora lidera Michael Matthews gracias a su séptimo puesto en la etapa, cogiendo así el relevo a su compañero Simon Gerrans.

Mañana, el Giro volverá a caminar veloz. 136 kilómetros entre Rapallo –la meta de la etapa de la edición del 2011 en la que murió Wouter Weylandt- y Sestri Levante y dos puertos, Colle Caprile de tercera categoría y Barbagelata, de segunda por medio, que no deberían incomodar a los hombres rápidos para que vuelvan a jugarse el triunfo final.