Vuelta a España

Ciclismo

El gran paso de Nairo

Consigue su primer triunfo en la Vuelta y su primera victoria ante Chris Froome. Un duelo que se prolongará con la vista en el próximo Tour

El colombiano del equipo Movistar, Nairo Quintana junto a su compatriota, Esteban Chaves (Orica), en el podio tras imponerse primero y tercero
El colombiano del equipo Movistar, Nairo Quintana junto a su compatriota, Esteban Chaves (Orica), en el podio tras imponerse primero y tercerolarazon

Consigue su primer triunfo en la Vuelta y su primera victoria ante Chris Froome. Un duelo que se prolongará con la vista en el próximo Tour

Nairo Quintana se mira en el espejo de su padre. «Nunca le falló a su familia», dice el colombiano, a pesar de la invalidez que arrastra desde la infancia. Como a él, le gusta el campo. Nairo cultiva «papas y maíz». Le relaja durante el tiempo que pasa en su tierra, en Tunja. Como su padre, el ganador de la Vuelta ha aprendido también la importancia de no fallar a los suyos. Es la enseñanza que le quedó del Tour, cuando no estuvo a la altura para competir con Froome por el triunfo final y tuvo que conformarse con el tercer puesto. Por eso, aunque la Vuelta no era el principal objetivo de su equipo, se ha esforzado para conseguir la victoria, la primera que consigue sobre Chris Froome.

Porque de eso trataba la Vuelta, de demostrarse que es capaz de derrotar al británico. Como si fuera un ensayo para el Tour del próximo año. Es cierto que ni el tres veces ganador de la carrera francesa ni su equipo son los mismos que en el mes de julio. Y mientras Nairo pronunciaba palabras de agradecimiento hacia sus compañeros en cada conferencia de prensa, igual que tuvo un recuerdo para José Joaquín Rojas después de la terrible caída que le produjo una fractura de tibia y peroné en la etapa del sábado, Froome reconocía en la última jornada de descanso que todos sus compañeros debían estar en casa. «Las normas hay que cumplirlas», aseguraba después de que todos los corredores del Sky, excepto él, llegaran fuera de control en la etapa de Formigal.

Nairo necesitaba demostrarse que era capaz de derrotar a Froome. Igual que Froome está empeñado en demostrarse que está en condiciones de subir al primer puesto del podio en Cibeles. Ha ganado tres Tours, pero le duele que a esos tres maillots amarillos no les acompañe uno rojo de la Vuelta. Ha sido tres veces segundo y una vez cuarto en la carrera española. En los últimos años no se conoce un ganador del Tour que no fuera español y que tuviera tanto interés por esta carrera. «Amo la Vuelta. Me gusta correrla», decía el último día de descanso. «Quiero la Vuelta», tuiteaba en español al ver una pancarta de apoyo de aficionados españoles. «He vuelto», decía después de subir a la cima de Mas de la Costa. Cada gesto y cada palabra demuestran la intención de Froome de no retirarse sin ganar una Vuelta. «Creo que tendrá que ser otro año», admitía en los últimos días de carrera.

Froome mantendrá su pequeña obsesión por ganar la Vuelta y Quintana seguirá preparándose para ganar su primer Tour. Un duelo que se prolongará en el tiempo. «Tenemos mucho respeto el uno por el otro», dijeron los dos después de la etapa de ayer. «No tenemos ningún problema», añadía Nairo. El único problema para él era que siempre le ganaba Froome. Ayer la historia encontró un final diferente.

Desde el pasado Tour, el camino de Alberto Contador parecía encaminarse hacia el equipo Trek para la próxima temporada. Pero el anuncio se retrasaba. Primero, porque el ciclismo no permite fichar para la temporada siguiente antes del 1 de agosto. Había que respetar los plazos. Después, la prioridad era recuperarse de las lesiones sufridas en el Tour y prepararse para la Vuelta. Durante estos días no ha querido responder ninguna pregunta sobre su futuro. Estaba centrado en la carrera y como mucho se permitía asegurar que ya llegaría el momento de anunciarlo. Pero ninguna certeza sobre el equipo en el que correrá el año próximo. «Dicen que las predicciones sobre su futuro estaban equivocadas. ¿Es así?», le preguntaron en Televisión Española. «Quizás», se limitó a responder con una enorme sonrisa.