Vuelta a España

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Ningún día tranquilo

El viento y el movimiento del Quick Step en los últimos kilómetros hizo que volviera a haber diferencias entre los favoritos. Nibali, el más listo

El ciclista belga del equipo Quick Step, Yves Lampaert, celebra en el podio su triunfo en la segunda etapa
El ciclista belga del equipo Quick Step, Yves Lampaert, celebra en el podio su triunfo en la segunda etapalarazon

Un camarero removía la paella en un restaurante de Nimes a la puerta de un restaurante ante una pizarra en la que se podía leer «Paella de Antoine. A las 13 horas. 13 euros».

Un camarero removía la paella en un restaurante de Nimes a la puerta de un restaurante ante una pizarra en la que se podía leer «Paella de Antoine. A las 13 horas. 13 euros». La rutina de la última semana en Nimes con banderas y motivos españoles por toda la ciudad, la más torera de Francia, se mezclaba con la otra rutina, la que viven las calles de Francia en los últimos tiempos con el ejército patrullando las calles. Nada especial, nada que tuviera que ver con la falsa alarma de atentado la noche del sábado en la estación de tren. Simplemente la seguridad obligada por la alerta terrorista. La carrera abandonaba Nimes para adentrarse, en teoría, en la jungla. Amenazaba el viento, que se hizo presente en los primeros kilómetros, con el pelotón nervioso y una carretera que tampoco ayudaba: rotondas, badenes, firme resbaladizo. Y con las primeras caídas llegó también la precaución.

La escapada no llegó por culpa de la velocidad a la que se rodaba para evitar los sustos a los favoritos y sólo al final los equipos de los grandes se atrevieron a forzar. Primero, el Katusha, para Zakarin. Después, el Sky. Pero el único que sacó rendimiento a su esfuerzo fue el Quick Step. Tepstra estiró el grupo, que se quedó cortado, pero fue Lampaert el que en su relevo se quedó solo. Nadie lo siguió y por el pinganillo lo animaban a seguir. Él buscaba a Alaphilippe, pero no llegaba. Sólo le quedaba tirar hacia delate y aguantar la embestida de Daniel Oss, que llegaba desde atrás para intentar mantener el maillot rojo para el Bmc. Sin éxito. Todos los premios fueron para el Quick Step y Lampaert, que se llevó la etapa y el jersey rojo. «No soy capaz de asimilar todavía lo que he conseguido», reconocía. El primer líder de la Vuelta, Rohan Dennis, se quedó cortado, igual que muchos de los favoritos, que volvieron a establecer diferencias entre ellos. El primero en llegar fue Nibali, en el tiempo del ganador. A cinco segundos, el colombiano Chaves, contento. A ocho, Froome y Aru. Y a trece, Zakarin, Bardet y Contador.

«No sé si se habrá cortado el pelotón», decía el ciclista del Trek al cruzar la meta. Antes de comenzar la montaña, Alberto ya ha perdido 31 segundos respecto a Chris Froome, al que la mayoría del pelotón sigue viendo como el máximo favorito para el triunfo final. Hoy llegan las primeras cuestas a la carrera, aunque el final en Andorra no es en alto. La organización ha cuidado que los ciclistas no tengan que enfrentarse a pruebas que pueden ser definitivas en la tercera etapa. Pero no han llegado cómodos después de la dos primeras etapas.

«Ha habido muchas caídas, pero las hemos salvado. Por la tele se habrá visto una etapa tranquila, pero cuando no se ha producido escapada era por la velocidad que llevábamos», reconocía Contador. La duda para él, como para todos los demás, era saber cómo le responderán hoy las piernas camino de Andorra.