Primer golpe de Nibali

El esloveno Janez Brajkovic es el primer líder de la Vuelta ciclista a España después del triunfo del Astana en la contrarreloj por equipos disputada entre Vilanova y Sanxenxo, por lo que estrenó la camiseta roja de líder.

El primer líder de la Vuelta es Janez Brajkovic, pero el primer vencedor es Vincenzo Nibali. El italiano apretaba el puño al cruzar la meta, consciente de que acababa de dar el primer golpe para ganar en Madrid. «No sé si soy el gran favorito, pero me siento muy bien y he podido sacar tiempo a todos mis rivales», reconoce. La general lo sitúa ahora con 29 segundos de ventaja sobre Valverde, 59 sobre Purito y 1:14 con respecto a Samuel Sánchez. Demasiado tiempo para los apenas 27 kilómetros de contrarreloj por equipos. Pero el viento, especialmente, hizo la etapa más dura de lo que esperaban los ciclistas. El aire fue un compañero para todos desde la salida en la mejillonera situada en Vilanova de Arousa hasta la meta en Sanxenxo. «Habíamos reconocido el recorrido, pero con tráfico. Además, el viento ha cambiado. Ha sido muy fuerte durante gran parte de la etapa, aunque aproximadamente el 60 por ciento del tiempo lo hemos tenido a favor», afirma Brajkovic.

Contra el vendaval no pudieron ni siquiera los mejores especialistas, como Cancellara y Tony Martin. Los dos se vieron líderes en algún momento de la etapa. Primero, el alemán, que se echó a la espalda a su equipo, el Omega Quick Step, y después Cancellara, que hizo lo mismo con el Radioshack. No contaban con la fortaleza del Astana, del que sólo esperaban a Nibali. «Sobre el papel había mejores equipos que nosotros. No esperaba vestir el maillot rojo tan pronto», reconocía Brajkovic. Nibali viaja bien acompañado con Fuglsang, Iglisnkyi, Tiralongo o Brajkovic, el primer jersey rojo de la carrera. «Me alegro por él. Se merecía un premio así», comentaba Nibali. «Estoy en buena condición y lo hemos demostrado con este resultado», añadía orgulloso. Brajkovic, el primero en la general, agradecía las palabras de su «jefe», pero reconoce que él es uno más. «He venido aquí para ayudar a Nibali, él es el número 1», asegura.

El líder del Astana tuvo de su lado la buena labor de sus compañeros y la fortuna de no sufrir ningún percance, como le ocurrió al Movistar con el pinchazo de uno de sus corredores. «Hemos perdido a Intxausti, que era muy importante para la crono, pero nos hemos sobrepuesto», se lamentaba Valverde. «Hemos hecho una buena contrarreloj y estamos muy contentos, porque apenas nos van a sacar tiempo en la general», añadía. Valverde, que llega en forma después de tomarse el Tour con tranquilidad por culpa de una avería que le impidió disputar la general, no parecía demasiado preocupado por los segundos perdidos con respecto a Nibali, uno de sus principales rivales para la general. «Prefiero ganar el Mundial que la Vuelta. La Vuelta ya la he ganado una vez», afirmaba después de cruzar la meta. Unas palabras que suenan más a distracción que a renuncia real. Veintinueve segundos son una distancia superable y más con las bonificaciones en los finales de etapa. El murciano es más rápido que Nibali y en los finales empinados tiene posibilidades de «robarle» segundos.

Más difícil lo tienen Purito y Samuel Sánchez, aunque el de Euskaltel estaba satisfecho. «Para los ciclistas con tanto potencial y las figuras a las que nos enfrentábamos lo hemos hecho bien. Más con tanto viento», reconocía Samuel. «Los cinco que hemos llegado nos hemos vaciado. El objetivo es sentirse satisfecho con lo que haces, aunque siempre quieres ganar», añadía. La pretensión de Samuel es subir al podio como ya hizo en 2009, cuando fue segundo por detrás de Valverde, aunque el 1:14 que perdió ayer parece demasiado. Y más con un equipo en descomposición, como Euskaltel, que ya sabe que cierra al final de temporada y en el que la mayor preocupación de sus ciclistas parece ser encontrar un trabajo para 2014. «Cada uno sabe a lo que ha venido. Hay que ser profesionales», advierte «Samu».

La visita del presidente del Gobierno

Llegaba la Vuelta a casa de Mariano Rajoy y el presidente del Gobierno salió a recibirla. Revisó el espectacular comienzo de la contrarreloj por equipos desde una batea, visitó a equipos como el Movistar, y disfrutó de uno de sus deportes favoritos. Rajoy, gran aficionado al ciclismo, es un habitual de la carrera española. Antes, cuando era líder de la oposición y ahora, que es presidente del Gobierno. «Me gusta ir a la Vuelta, y más saliendo de aquí, además pasarán por delante de mi casa. Es un espectáculo, nunca llevaron a los ciclistas en barco a la salida», aseguró a Onda Cero. Junto a él estaba, como anfitrión, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, que ya había acudido el viernes a la presentación de la Vuelta en la isla de La Toja. La de ayer es una de las cuatro etapas que discurrirán en la presente edición por territorio gallego.