Quintana: «Si pierdo tiempo en la contrarreloj, no será demasiado»

Nairo Quintana no esperaba ser líder tan pronto en la Vuelta. El colombiano siempre habló de la tercera semana como objetivo, quería llegar en forma a las últimas etapas, en las que se concentran las llegadas en alto, pero los planes se han adelantado. Ha llegado con el maillot rojo al primer día de descanso.

Pero eso para él es sólo un dato, ni se altera ni le puede la presión. "No habrá mucha diferencia entre soltar el maillot rojo o seguir con él", asegura. Para él el trabajo será el mismo, estar arriba, con los mejores, aguantar los ataques de Contador e intentar sacarle unos segundos en los últimos metros. Porque Alberto sigue siendo para él el principal favorito.

"Desde que comenzó la Vuelta lo dije y no me equivoqué", afirmó. Lo mismo opina Alejandro Valverde. Los dos han comparecido de manera conjunta ante los medios. Una forma más de demostrar que Movistar sigue teniendo dos líderes en carrera. "Es la ventaja que tenemos y debemos ser inteligentes para jugar nuestras bazas", advierte Quintana. Valverde cedió el maillot el domingo ante Quintana, pero tampoco se molesta. "Desde el principio dijimos que el líder era Nairo", asegura.

Pero antes deben superar la contrarreloj de mañana, una prueba en teoría favorable, para Chris Froome, pero la carretera dice cosas diferentes. "Es un recorrido muy exigente, los primeros once kilómetros son muy duros. El final es una zona con viento para especialistas, en la que Froome es el favorito", afirma Valverde. "He mejorado y espero estar cerca de los mejores. Si pierdo tiempo, no será demasiado", advierte Quintana. "La 'crono' es buena tanto para Nairo como para mí", confirma Alejandro. Son 36, 7 kilómetros con final en Borja y en el kilómetro once los corredores deberán enfrentarse al ascenso del alto del Moncayo, un puerto puntuable de tercera categoría.

Y después de la contrarreloj llegará lo peor para los ciclistas. "Llega la dureza", asegura Valverde. Y será entonces cuando Nairo espere estar mejor. "Mi cabeza dice que puedo estar bien la tercera semana, pero habrá que ver cómo responde el cuerpo", afirma.