Vuelta a España 2021

Eiking, de ser expulsado por ir borracho a defender el liderato en los Lagos

El noruego cumple ocho días con el maillot rojo, pero desconfía de sus posibilidades en el mítico puerto

Odd Christian Eiking, en el podio
Odd Christian Eiking, en el podioLalo R. VillarAgencia AP

Cuando Odd Christian Eiking fue expulsado por su equipo el día que finalizaba la carrera no imaginaba que cuatro años después sería el líder de la Vuelta. El 10 de septiembre de 2017, cuando la Vuelta llegaba a Madrid despedir a Contador y para coronar a Froome -que aún no sabía que ya había ganado la de 2011- el FDJ excluía de la carrera al entonces joven ciclista de 22 años por estar borracho esa mañana.

“Salí y tomé dos cervezas”, se excusaba Eiking, que finalizaba contrato ese año con el equipo de Marc Madiot. “Si tuviera contrato para el año próximo no me hubieran expulsado”, añadía. El noruego aseguró que estaba con su compañero Tobias Ludvigsson y que, además del vino de la cena, se habían tomado unas cervezas en un bar. “No estaba exactamente a las once en la cama, pero tampoco era muy tarde”.

Eiking cree que su expulsión fue una manera de dar ejemplo al resto de compañeros después de varios casos de indisciplina, aunque Madiot aseguró que había bebido algo más de dos cervezas. “Si no, no hubiera estado borracho por la mañana”, aseguraba. El noruego se marchó a casa y a la temporada siguiente firmó por el Wanty, en el que ahora continúa, aunque con el copatrocinio de los supermercados franceses Intermarché.

Y aquel chico que comenzaba su carrera en el ciclismo y se marchó expulsado por borracho en su segunda Vuelta a España es desde hace ocho días el líder de la Vuelta. Un líder sorprendente incluso para él. Roglic y el Jumbo le cedieron el maillot rojo camino de Rincón de la Victoria y entre la dejadez de los favoritos y el empeño de su equipo ha conseguido mantenerlo superado el segundo día de descanso.

“No me veo ganador de la Vuelta, sería algo surrealista. Ya me pareció extraño mantener el maillot rojo en Villuercas y hoy lo he vuelto a lograr”, decía el domingo, cuando la carrera llegó a El Barraco. “Voy a seguir peleando. Aunque las etapas de los Lagos y del Gamoniteiru son demasiado duras para mí, veremos qué pasa. Yo me veo en forma”, añadía el líder de la carrera.

Lo que ha conseguido hasta ahora ya ha superado ampliamente sus objetivos para la carrera. “Nunca pensé en vestirme con el maillot rojo, pero tampoco rechazaba lo contrario, pensaba en ir día a día”, asegura.

Lo ha mantenido incluso en condiciones extremas de calor para él. “El calor no es mi mejor amigo, sobre todo viniendo de Noruega, cerca del Polo Norte, ya que estoy acostumbrado a temperaturas en torno a los 20 grados. Correr aquí a 40 grados no son las mejores condiciones, pero correr con sol y no con lluvia tampoco está mal”, reconocía después de defender el liderato el sábado en el Pico Villuercas.

Ahora llegan las etapas decisivas, las temperaturas descienden y el calor desaparece. Pero no parece que sea suficiente para que pueda disputar el triunfo final. “Nunca he estado en esta situación, sería increíble que pudiera sorprender, pero hay corredores de mucho nivel, como Roglic, Enric Mas y otros, que han hecho top 10 en grandes vueltas. No creo que gane, nunca se sabe, pero hay que ser realista”, asume.

Pero no se rinde el noruego. “Voy a intentarlo, pero la etapa de Lagos es demasiado dura para mí. Estoy cómodo con la roja y no la dejaré ir tan fácil. Tengo claro que lo daré todo, pero también que voy a necesitar un gran día para retenerla”, dice. “Creo que he demostrado que tengo algo en las piernas, pero ahora no me veo ganando una grande. Un top 10 estaría bien y quién sabe si en el futuro puedo optar a algo más grande”, añade.