Fútbol
Con Ronaldo, a Europa
El nuevo propietario del Valladolid quiere que sea primero un club nacional y después, internacional. Pero de la permanencia esta temporada dependen los plazos del proyecto.
El nuevo propietario del Valladolid quiere que sea primero un club nacional y después, internacional. Pero de la permanencia esta temporada dependen los plazos del proyecto.
Aunque ahora sea el dueño del Valladolid, un empresario futbolístico, Ronaldo sigue teniendo alma de futbolista. Por eso, pese a que las acciones son suyas, entiende que hay una parte importante que sigue perteneciendo a sus aficionados. «Lo que entiendo es que no estoy comprando la historia del Valladolid, la emoción de la gente, lo que he comprado es la gestión», asegura. Para él, el Valladolid es más que un negocio, es la ilusión de toda una ciudad que se ha desatado alrededor del club y de su llegada. Eso explicó el brasileño en la mesa redonda que sirvió como clausura para el World Football Summit. A su lado, como moderador, David Espinar, el hombre que gestionaba la comunicación del brasileño en su época de futbolista y que vuelve a hacerlo ahora. Y con él, Carlos Suárez, el presidente del Valladolid, y Julio Senn, ex director general del Real Madrid y uno de los hombres fundamentales en la nueva gestión del club.
Para Ronaldo, el Valladolid es un desafío. Acostumbrado a jugar en equipos que pelean para ganar títulos, su objetivo ahora es otro. Al final del proyecto piensa en la internacionalización, en llegar a Europa, pero para eso hay que dar pasos antes. El primero es mantenerse en Primera División. «Voy a poner toda mi ilusión y toda mi experiencia para hacer de este club un club más grande. No quiero ponerme límites, nada nos va a separar de las ilusiones más grandes que podemos tener. Puede tardar dos o tres años, pero la velocidad dependerá de cómo hagamos esta temporada. Nos jugamos la categoría y la velocidad la determinará si nos quedamos en Primera o bajamos», explica Ronaldo.
El principal problema con el que se ha encontrado es el económico. «Hemos trabajado para conseguir los mejores fichajes y hemos tenido muchas dificultades por las deudas que tenía el club. Los derechos de televisión han ido directamente a pagar la deuda. Me ha tocado hacer un mercado sólo con mi carisma y mi simpatía y ha funcionado muy poco, porque hay mucho dinero ahora en todos los lados», asume con una sonrisa.
«El Valladolid tiene que ser un equipo nacional y no regional y buscar que sea lo más internacional posible», afirma. Para ello lo primero que va a hacer es montar una oficina del club en Madrid para atraer a los posibles socios. Es una parte más de un proyecto muy personal. Porque, como explica Julio Senn, el único respaldo económico es el del ex jugador. «Ha apostado personalmente por este proyecto», indica. Es el Valladolid de Ronaldo.
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