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... contra el carácter

Diego Simeone
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La comparecencia ante los medios del Cholo Simeone no fue especialmente larga, pero podría haberse reducido a cuatro palabras: Diego, Costa, Arda y Turan. Los nombres de los dos futbolistas atléticos, «importantísimos» para su entrenador y cuyo concurso es más que dudoso, sobrevolaron toda la conferencia de prensa. «Hay dos chicos que están avisados de que jugarán si ellos no pueden hacerlo. Si son baja, ninguna de las alternativas ensayadas durante la semana está descartada». Ni siquiera la opción más conservadora, con Tiago, Mario y Gabi por delante de la defensa. El técnico rojiblanco, fuera de ahí, no quiso desvelar ninguna pista sobre el estado real de los dos lesionados, cuyo concurso se antoja casi imposible, sobre todo en el caso del delantero hispanobrasileño.

Ni siquiera la cercanía hace que cambie el paso Diego Pablo Simeone, quien contestó con un escueto «no» a la pregunta de si se consideraría, de ganar esta noche, el mejor entrenador de la historia del Atlético de Madrid. Al contrario, quiso compartir méritos con sus futbolistas. «Lo más difícil para un cuerpo técnico es que se transmita lo que uno siente y ellos han transmitido el sentimiento que tenemos por este deporte, teniendo pasión, humildad, compromiso, entrega... Por eso han permitido que este cuerpo técnico crezca».

No quiere Simeone que el exceso de emotividad lastre el rendimiento de sus futbolistas ante el Madrid porque está convencido de que «en los partidos como éste, que son únicos, el factor motivacional es muy sencillo y el entrenador tiene que conseguir que sus jugadores se aíslen de la importancia de lo que hay en juego para centrarse en jugar, en hacer lo que el partido demanda. Si hemos sido competitivos, es porque siempre hemos sido fieles a nosotros mismos».

En el ideario del entrenador argentino, siempre está en primer lugar «estudiar al rival y tratar de contrarrestar las muchas virtudes que tiene». No sólo el contragolpe, como advirtió Pep Guardiola, aunque él no quisiese abundar, sino «el control del partido, las jugadas de estrategia, la portería... es un equipo muy completo, posiblemente el mejor del mundo. Por eso venimos a jugar esta final con mucha ilusión, pero también con humildad».