Real Madrid
¿Cuándo acaba el invierno?
El equipo de Ancelotti, que en tres meseas ha perdido todo el encanto que tenía, espera corregirse a tiempo.
El equipo de Ancelotti, que en tres meseas ha perdido todo el encanto que tenía, espera corregirse a tiempo.
Desconexión inexplicable
En las últimas semanas, antes de un partido, Carlo Ancelotti no ha dejado de repetir lo mismo: que el equipo tenía que salir con intensidad para no verse superado por el rival. En vez de la palabra equilibrio, que tanto repitió al principio de la temporada pasada, ahora es esa «intensidad», su palabra fetiche. Aunque por ahora no ha conseguido que los futbolistas le escuchen. Después del encuentro frente al Villarreal, en el que a los blancos les costó 45 minutos meterse en el choque, el entrenador italiano aseguró que hay cosas en el fútbol que son «inexplicables». En San Mamés, ese hecho volvió a suceder. Durante los primeros minutos, dio la impresión de que los jugadores del Madrid iban a cámara lenta, frente a la intensidad de los rivales. Al equipo le falta fútbol, está cansado o los contrarios han encontrado el modo de hacerle frente. Y a eso se ha sumado una aparente desgana.
Confianza en Modric
En cada partido, Kroos mira a su lado, ve una cara distinta y no termina de fiarse de nadie. Las bajas, a la larga, han hecho más daño del esperado al Madrid, que no ha podido suplir a Modric y ha agotado a al alemán y a Isco. Illarramendi no ha terminado de dar el paso definitivo, falta de confianza; Khedira está pensando en marcharse y Lucas Silva acaba de llegar y necesita un tiempo que ahora mismo no tiene el Real Madrid. Modric vuelve mañana, aún no es demasiado tarde. Sin él y sin James, el equipo ha dependido de la inspiración de Isco, pero ha perdido el toque que lució en otoño. Entonces, Kroos y Modric mandaban en la estadística de pases, por encima de los futbolistas del Barcelona. Hoy Kroos sigue liderando esa parcela, pero el segundo futbolista del Madrid que aparece por ahí se sitúa en la décima posición. Es Marcelo, el lateral izquierdo. Eso resume gran parte del fútbol del equipo.
Tiempos de escasez
En 2014 se hacían cálculos acerca de la cantidad de goles que podía marcar el Madrid si mantenía ese ritmo goleador. Fue tiempo perdido. El equipo se vació de goles durante el primer trimestre de la temporada y no sabe ahora cómo se marca. Contra el Villarreal marcó de penalti y contra el Athletic se quedó a cero, por segunda vez esta temporada, tras el choque del Calderón. Ancelotti centra en el funcionamiento ofensivo todos los males del equipo. «No hay una conexión, jugamos demasiado en individual, necesitamos otra manera de atacar, jugar más rápido y con menos toques», explicó con claridad el entrenador. Siempre había defendido que más que los toques dados, lo que importaba era la rapidez y la eficacia con la que se daban. Ahora piensa que se toca mucho el balón, pero se hace sin un sentido claro. O por lo menos, que la pelota no llega a los futbolistas de arriba en situación de ventaja.
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