Fútbol
De El Madrigal a La Cerámica
Bale puede llegar a los 100 goles con el Madrid (lleva 98) ante el Villarreal, el mismo rival ante el que marcó el primero. Llega crecido tras ser nombrado el mejor del Mundial de Clubes.
Bale puede llegar a los 100 goles con el Madrid (lleva 98) ante el Villarreal, el mismo rival ante el que marcó el primero. Llega crecido tras ser nombrado el mejor del Mundial de Clubes.
Tenía el pelo diferente, corto, rapado por los lados y más largo en la parte de arriba. Ni rastro del moño que luce ahora y que se coloca durante muchos tramos de los partidos. Era el 14 de septiembre de 2013 y Gareth Bale debutaba con el Real Madrid en El Madrigal ante el Villarreal. Marcó un gol, lanzándose para empujar a placer un pase de Carvajal. El duelo acabó 2-2 en un día sólo discreto del conjunto blanco. Cinco años y cuatro meses después, Bale lleva 98 tantos con su equipo y en el mismo estadio (aunque ahora se llama La Cerámica) en el que anotó el primero puede llegar a los 100.
El Madrid contrató al atacante galés para el presente y para el futuro. Ya era una realidad, fue de los primeros fichajes en la historia que rondaron los cien millones de euros, debía aprender de Cristiano Ronaldo, crecer con él y tomar el relevo. Cinco años y cuatro meses después las expectativas se han cumplido sólo a medias. Gareth Bale será recordado por sus goles en partidos importantes como una final de Copa contra el Barcelona o las de la Champions ante el Atlético y el Liverpool, con gol de chilena incluido. Pero también por su irregularidad: su público le ha silbado y cada verano su nombre sale en las quinielas de traspasos, rumores alimentados frecuentemente por sus representantes o por él mismo, como después de ganar la última Liga de Campeones. También ha sido habitual su tendencia a las lesiones. Primero una protrusión en la espalda, después las molestias en los gemelos... Ha tenido parones cada «x» tiempo, al ser un jugador, además, con una musculatura muy potente. Pero en 2018 dio la vuelta a esa tendencia, estuvo sano, y ahora, en la presente temporada, le falta convencer al Bernabéu de que es la referencia del Real Madrid.
Se fue Cristiano Ronaldo y los galones pasaron a él, aunque en el primer tramo del curso se ha ganado más pitos que aplausos. Las sensaciones cambiaron en el Mundial de Clubes, donde Bale anotó tres goles en las semifinales y fue nombrado el mejor del torneo. «Veo a todos los jugadores contentos, pero no desde ahora, desde hace tiempo, y ganar este título es importante por el título en sí y como valor simbólico, porque suponía cerrar un círculo», explicó ayer Solari. El técnico ha tratado de mimar a su delantero tanto en las duras, como el día que el público le silbó contra el Valencia; como en las maduras, tras su exhibición en las semifinales del Mundial ante el Kashima. Solari trata de dar cariño a todos los futbolistas, porque a todos los necesita en este enero tan exigente con la llegada de la Copa del Rey y los partidos cada tres días. Pero si a Isco le da más cariño que minutos («Es un grandísimo futbolista que nos ha dado mucho y tiene que seguir dándonoslo», dijo ayer el técnico blanco), a Bale le ha dado ambas cosas. El entrenador argentino lleva 13 partidos con el Madrid y Bale ha sido titular en nueve. Sólo se perdió los dos de Copa contra el Melilla, se Segunda B; el de la Champions contra el CSKA, en el que los blancos no se jugaban nada, y el último de Liga contra el Rayo, en el que estaba lesionado.
La relación de goles de Bale desde que llegó al Real Madrid, temporada por temporada, es: 22, 17, 19, 9, 21 y este curso lleva 10. Se espera todavía más de él, porque sin Cristiano es necesario que el resto marque los tantos que hacía el portugués.
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