Montreal

De Picasso al Circo del Sol

Sara Hurtado y Adriá Díaz, la primera pareja española en disputar unos Juegos, finaliza el programa corto en una sobresaliente duodécima plaza

Sara Hurtado y Adriá Díaz, en el Palacio de Patinaje Iceberg
Sara Hurtado y Adriá Díaz, en el Palacio de Patinaje Iceberglarazon

SOCHI- «Si no hay fallos, pueden terminar entre los quince mejores», declaraba por la mañana el entrenador de la pareja española de danza Sara Hurtado y Adriá Díaz, el canadiense Patrice Lauzon. Una previsión que, a tenor de los resultados en el pasado mundial, donde fueron decimonovenos, era más que optimista, sobre todo si se considera que se trata de una disciplina tremendamente técnica, en la que se tardan años en escalar posiciones.

Para sorpresa de todos, la pareja española, que reside y entrena en Montreal, finalizó la primera de las dos jornadas de las que consta la competición olímpica de danza en duodécima posición, superando todos los pronósticos y estableciendo una nueva marca personal para este segmento con 58.58 puntos. Este combinado, que en enero terminó décimo en el Europeo y que es el primero de nuestro país en disputar unos Juegos, superó a parejas de potencias como Rusia, Canadá, Francia o Italia.

«Estamos muy sorprendidos, tanto con nuestra actuación, como con la nota y el puesto obtenido, no podemos pedir más. Antes de salir al hielo, nos dijimos que, después de haber hecho este programa en entrenamientos mil veces, ahora había que salir a disfrutar», declaraba Sara. «A disfrutar, sí, pero no nos relajamos hasta que nos den las valoraciones, no vaya ser que tengamos una caída al final, como en el pasado Europeo», puntualizaba su compañero. «Para llegar a este nivel –comentaba Adriá Díaz– hemos estado trabajando intensamente durante meses las partes más complicadas de esta rutina, los patrones obligatorios de pasos, que grabábamos y repetíamos hasta que salían perfectos, lo que era un trabajo física y mentalmente agotador. Ahora se ha visto el resultado».

«Para la final, el objetivo es mostrar al mundo nuestro homenaje a España», comentaba Sara Hurtado. Una danza muy especial, que presentaron en el Preolímpico de septiembre donde, curiosamente, lograron el último billete para Sochi, y que cuenta la historia de amor, desamor y locura del pintor Pablo Picasso y su musa, la artista francesa Dora Maar, cuyo retrato pintado a mano se puede ver en la espalda del traje de Sara.

Una coreografía que destaca por sus innovadoras elevaciones, para las que se inspiraron en el Circo del Sol y que fusiona la banda sonora de la película «Surviving Picasso» con una pieza de Michael Nyman interpretada por Estrella Morente con versos de San Juan de la Cruz.

Sara Hurtado y Adriá Díaz se unieron en 2008 convirtiéndose en la primera pareja española en competir dentro de la disciplina de danza. Ese mismo año, contactaron con la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), que trajo a Madrid al prestigioso entrenador británico John Dunn, con quien trabajaron durante los primeros tres años. En la primavera de 2011 se marcharon a Montreal, donde se forman a las órdenes de Marie-France Dubreuil y Patrice Lauzon, subcampeones mundiales de esta categoría en 2006 y 2007.