Papel
Dos equipos con corsé
Ahí sobre el césped de El Calderón se medían dos equipos de esos a los que nos viene como anillo al dedo a todos decir que están bien trabajados, esculpidos por Simeone y Marcelino a sangre, fuego y solidaridad gremial en sus repliegues defensivos, en su orden táctico. Dicho queda, que no en balde hablamos de los menos goleados, once tantos ha encajado el Atlético, 18 el Villarreal. No podía salir otra cosa que un primer tiempo encorsetado, peleado palmo a palmo sobre un campo trabado de minas, coberturas y todo eso. Y pocas ocasiones de peligro, muy pocas.
Penalti a Samu
Reclamó el Villarreal muy pronto un penalti que me pareció claro, de Saúl a Samu Castillejo, pero no se concedió y ahí se quedaron los torpedos del «submarino», que está haciendo una temporada espléndida, dicho sea de paso. Aunque esta vez a Marcelino se le vio que su intención era protegerse atrás y fiarlo todo a alguna salida a la contra. Y al final le valió, porque este Atlético, enorme en su solidez defensiva, tiene muchos problemas en la creación del juego y en su producción de goles.
Cerocerismo
Y eso que hubo un detalle positivo, la presencia de Torres ya como titular real del «9» tras sus dos últimos goles, el 100 y el 101. Anoche lo peleó por todo el flanco del ataque rojiblanco, pero no pudo seguir la racha. Mala (racha) la que ha agarrado en este tramo del campeonato Griezmann, que ha perdido chispa, olfato. Simeone le cambió en el segundo tiempo, protegiéndole: si veía una amarilla le acarrearía sanción y el próximo partido, ya se sabe, es el derbi en el Bernabéu. Apretó algo más su acelerador de ataque el Atlético y creó, ahora sí, alguna oportunidad, pero también la tuvo Bakambu frente a Oblak. Así que hubo intensidad táctica a valorar, pero todo acabó en tablas, cerocerismo. Y para el Atlético también adiós Barça, adiós...
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