El Cadillac de Fernando Alonso

El español afronta hoy las 24 horas de Daytona, una carrera mítica que quiere para su palmarés.

Harto de la deriva aburrida que provoca la F-1 cuando el monoplaza con el que corres no da ni para alcanzar la zona de puntos y sus escasas posibilidades de mejora, Fernando Alonso ha visto en Estados Unidos el lugar ideal para seguir disfrutando con 37 años de su pasión: correr. El asturiano afronta desde hoy a las 20:35 (beIN Connect) las 24 horas de Daytona, una carrera mítica en un lugar mágico donde se respira velocidad en cada metro cuadrado. Esta zona de Florida, en la costa este de Estados Unidos, fue conocida por tener un terreno plano perfecto para intentar batir récords de velocidad. El más famoso fue el que rompió Malcom Campbell en una zona cercana a la playa. Superó los 300 kilómetros por hora y lo hizo en 1935 con un coche de la época, algo inquietante. Sus carreras en la playa fueron famosas y la propia NASCAR llegó a correr en estas condiciones en un trazado mitad asfalto mitad arena. Hasta que en 1959 construyeron el actual circuito, un trazado mixto con zona de curvas que puede unirse al famoso oval. El mismo donde hoy arrancan las 24 horas, una competición con un ambiente extraordinario que cada año reúne a más de 180.000 espectadores. Además, Daytona da nombre a uno de los modelos más valorados de la marca de relojes Rolex, aunque no sea el más caro.

Daytona forma parte de la leyenda del automovilismo americano junto a carreras como las 500 Millas de Indianápolis y por eso Fernando Alonso quiere sumar a su palmarés el triunfo en esta prueba. El español corre con uno de los mejores equipos, el Cadillac Minolta, y lo hace con compañeros muy expertos como Kamui Kobayashi o Jordan Taylor, todo un personaje dentro y fuera de la pista por sus vídeos de humor colgados en redes sociales.

Alonso y su equipo deberían partir como favoritos, aunque de momento sólo pudieron lograr la sexta plaza en la parrilla de salida, un lugar que tiene poca importancia en un desafío con tanta duración, pero que refleja el rendimiento del coche.

Sus rivales serán los coches de Acura (Honda en Estados Unidos) y Mazda, que están en manos de equipos notables y con pilotos muy experimentados. El de Alonso ganó en 2017 y en los últimos cinco años no se ha bajado del podio en esta cita. El ovetense no estaba muy contento tras los entrenamientos y «culpó» del bajo rendimiento del coche al «BOP» (Balance of Perfomance), una parte del reglamento técnico que trata de igualar las prestaciones «jugando» con elementos como el peso en función de los resultados obtenidos por el coche en citas anteriores.

Alonso no será el único piloto español en Daytona. Habrá tres más: Antonio García, Miguel Molina y Alex Riberas. La noche, el tráfico y las neutralizaciones serán clave para Fernando Alonso y su equipo. El asturiano correr para ganar. Lo tiene todo para hacerlo: coche y equipo veterano. El objetivo es seguir ampliando el palmarés.