Bota de Oro
El chiringuito de Pedrerol: Más vivo que nunca
Cristiano Ronaldo se levantó en Vitoria con un «hat-trick», metió el miedo en el cuerpo a sus rivales y sepultó cualquier debate sobre el próximo Balón de Oro
Cristiano Ronaldo se levantó en Vitoria con un «hat-trick», metió el miedo en el cuerpo a sus rivales y sepultó cualquier debate sobre el próximo Balón de Oro
Cuando muchos le daban por muerto, y nunca mejor dicho en esta época... apareció Cristiano. ¡Vaya susto se dieron algunos cuando le vieron marcar su «hat-trick» en Vitoria! Tres goles que pudieron ser cuatro... mano de santo. En el momento más difícil, dio un golpe sobre la mesa. Y justo ahora que ha empezado la campaña de los de siempre para que le den el Balón de Oro a Messi. Pero Cristiano siempre se levanta.
La mejor noticia
El partido del «crack» portugués ante el Alavés fue la mejor noticia para el Madrid y para él. Porque necesita marcar, se alimenta de goles y su voracidad es insaciable. Entiende, y seguramente está equivocado, que sólo aporta al equipo cuando manda el balón a la red. Tiene que comprender que todo el trabajo que pone sobre el césped, que todos los defensas que arrastra facilitando las cosas a sus compañeros, que todo ese espíritu ganador que contagia al grupo, también suman. Pero él tiene siempre la sensación de que sin goles, no ayuda. Que, por mucho que se parta la cara en el campo por el Madrid, si no marca no justifica su «status» dentro del equipo. Tiene el respaldo del vestuario y del cuerpo técnico, pero le da igual. Él es así.
Zidane, su gran apoyo
Zidane ha sido su principal apoyo en estos momentos bajos diciendo que el Balón de Oro era «claramente» suyo. Y tiene razón, no se lo pueden dar a nadie más. Por mucho que intenten ensalzar a Messi desde Barcelona y colocarle como favorito, no cuela. El argentino es un enorme futbolista, no le vamos a descubrir ahora. Pero es difícil que te den el Balón de Oro si te eliminan en cuartos de la Champions y pierdes la final de la Copa de América con tu selección fallando el penalti decisivo. Ni siquiera ha sido el máximo goleador del Barça.
Merece más cariño
En Madrid no acaban de entender esa campaña desde Barcelona en favor de Messi, cuando deberían imitarla. Lo que tienen que entender es que Cristiano necesita el aliento de su público. Y no cuando marca tres goles, sino cuando los falla. El Bernabéu no puede permitir que el mejor goleador de la historia del Madrid se sienta solo. Debe llevarle en volandas con su apoyo. Cristiano ha demostrado muchas veces su cariño por el madridismo, pero el Bernabéu siempre le regatea ese afecto que hasta los mejores necesitan para dar su mejor versión. Se merece recibir lo mismo de vuelta.
Sin rivales
Los méritos de Cristiano para llevarse el Balón de Oro superan de largo a los de sus posibles adversarios. Es verdad que Griezmann ha hecho una temporada sobresaliente, pero perdió las dos finales que disputó (las dos, precisamente, contra el portugués). Y Bale ha firmado una campaña fantástica, llevando a Gales a semifinales de la Eurocopa y ganando Champions y Supercopa de Europa. Ambos han hecho más que Messi para estar en el podio. Pero Cristiano también se llevó la Eurocopa, ha marcado 44 goles este 2016 hasta el momento y volvió a ser el máximo artillero de la Liga de Campeones, marcando además el penalti decisivo. Acaba de superar, con 37, el número de «hat-tricks de Messi (36) y en Mendizorroza, por si había dudas, dijo «aquí estoy yo» como mejor sabe: con un «hat-trick» que le dará el próximo Balón de Oro y acaba con cualquier debate.
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