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El Chiringuito de Pedrerol: ¿Se han vuelto locos?

El argentino se besa el escudo tras marcar un gol en el Bernabéu
El argentino se besa el escudo tras marcar un gol en el Bernabéularazon

El presidente de la Liga y quienes le ríen las gracias aún defienden la ocurrencia del homenaje a Messi en el Bernabéu

Javier Tebas sigue gustándose. El presidente de la Liga continúa empeñado en que el Bernabéu brinde un homenaje a Messi si supera en el Clásico el récord de Zarra. Se está convirtiendo en una caricatura de sí mismo. Está confundiendo su papel como máximo responsable de la mejor Liga del mundo, con el de humorista. Yo le entiendo. Busca la complicidad de los que están fomentando un homenaje ridículo, una pantomima que no tiene ningún sentido. Pero se están equivocando. Basta ya. La broma he llegado demasiado lejos. ¿Se han vuelto locos?

Ejemplo absurdo

Tebas y los que le han reído la gracia se agarran al precedente de Ronaldinho hace nueve años. Pero no engañan a nadie. El ejemplo es absurdo. Aquel Barça le pegó un repaso monumental al Madrid en el Bernabéu, que aplaudió al astro brasileño simplemente para castigar a sus propios jugadores. Para llevar los habituales pitos de descontento un paso más lejos. Fue una suma entre la impotencia al ser goleado por tu enemigo y el malestar por la pobre actuación de sus futbolistas. Es verdad que Ronaldinho nunca cayó mal entre el madridismo, pero tampoco hay que mentir a la gente. Aquellos aplausos podían ser un elogio al mejor futbolista del Barça, pero sobre todo eran una bofetada al Madrid.

No acabemos con la rivalidad

Tampoco se debe mezclar esta ridícula ocurrencia con el señorío o la caballerosidad. No se trata de eso. La palabra correcta es rivalidad. La que ha existido, existe y espero que siga existiendo entre Madrid y Barça no deja espacio para homenajes en el campo del otro. Y esa rivalidad es sana. Es más: es completamente necesaria. Si nos la cargamos, nos cargamos el fútbol.

La mejor versión de un líder

El único que se merece (y que va a tener) un homenaje del Bernabéu el próximo sábado, es Cristiano Ronaldo. No sólo por esos 15 goles en ocho jornadas y siete partidos, que suponen un registro histórico en nuestro fútbol. No. Ronaldo es mucho más. Se merece el homenaje de su gente por sus más de cinco años de entrega diaria, de sacrificio, de implicación, de profesionalidad, de liderazgo y de lucha. Es un ejemplo para todos y esta temporada, su sexta en el club blanco, está mostrando su mejor versión. Es el mejor delantero que ha pisado Chamartín desde Di Stéfano. No caigamos en la trampa de Tebas y de los que quieren oscurecer los méritos del candidato número uno a ganar en enero su tercer Balón de Oro. El Santiago Bernabéu debe hacer un homenaje el sábado, sí. Pero a Cristiano.