Papel
El feliz regreso de la pionera
Una, la veterana, Gemma Mengual, buscaba disfrutar después de cuatro años sin competir, que en realidad son seis, porque los Mundiales de Roma en 2009 fueron su último gran campeonato. Otro, Pau Ribes, soñaba: «Una medalla en mi primer Mundial y el regreso de Mengual sería un desfase». El sueño del metal sigue ahí, aunque francamente es muy difícil. El de estrenarse en una gran cita se hizo realidad. Gemma Mengual y Pau Ribes participaron en la rutina libre del dúo mixto de natación sincronizada en el Mundial de Kazán, lugar donde se ha abierto a los hombres una especialidad históricamente de las mujeres. Lo hicieron bien, algo nervioso él («pero nervios controlados», comentó) y con soltura ella pese a los años de parón. Le sale de forma natural, de dentro. Gemma es la pionera de este deporte en España, la que abrió el camino a muchas otras que vinieron detrás, junto a Anna Tarrés en el banquillo. La catalana tiene más medallas que años: 39 de las primeras entre todas las grandes citas, incluidos los Juegos Olímpicos, acumula una mujer que nació hace 38 primaveras. Su objetivo en Kazán desde luego que lo cumplió. «No noté ninguna presión, lo he pasado bien», aseguró. «Ha sido muy chulo», añadió. Con gran protagonismo de ella en el ejercicio, como es lógico, terminaron quintos, a un punto y medio del tercer puesto, ocupado por Francia. «Hemos visto que hay cosas que mejorar para la final y vamos a centrarnos en ellas», confesó después Ribes. Con siete años, Pau quedó hipnotizado por una exhibición de sincronizada, y se convirtió en su pasión. Es entrenador en el CN Sabadell y ahora, a los 19, al participar en un Mundial ha dado un paso importante que espera que sirva para fomentar este deporte entre los hombres o para que termine siendo olímpico.
Gemma volvió a vivir lo que tantas otras veces, algo que había perdido en sus últimos años y que la llevó a la retirada. Su marcha abría un interrogante sobre el futuro de este deporte en España, pero el relevo lo tomó con éxito Andrea Fuentes y últimamente Ona Carbonell. El nivel general seguía siendo alto y las medallas continuaron sucediéndose, incluso después de la polémica marcha de Anna Tarrés, hasta este año. Con un equipo renovado, España no va a sumar metales por equipos (ayer fueron quintas en la preliminar de libre) y también lo tiene complicado en el dúo, precisamente las disciplinas olímpicas. Ona y Paula Klamburg acabaron también en quinto lugar en la rutina libre, otra vez superadas por Ucrania, Japón, China y, cómo no, las intratables rusas. El equipo es joven, apenas 20 años de media, y el verdadero objetivo es Río el próximo año, por lo que queda mucho trabajo por delante.
q Dos de dos en waterpolo. Como estaba previsto, el segundo partido de la Selección femenina de waterpolo, que defiende el título mundial, también fue un paseo. España se impuso a Nueva Zelanda. Esta vez no frenó cuando el marcador estaba sentenciado, por eso acabó 23-2.
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