El parabólico: Mourinho conquista inglaterra

El Chelsea se proclamó campeón de la Premier a falta de tres jornadas tras vencer (1-0) al Crystal Palace en Stamford Bridge. El único gol lo consiguió Hazard al filo del descanso tras provocar él mismo un penalti. El belga lanzó y el guardameta Speroni detuvo el disparo, pero dejó un rebote que Hazard remató de cabeza a la red. Su celebración reflejaba la importancia del tanto conseguido: simulaba limpiarse el sudor de la frente tras haber fallado la pena máxima.

Control y eficacia

A partir de entonces, el Chelsea se dedicó a llevar el peso del partido en la segunda mitad gracias al rigor táctico de Fábregas y Matic, que mantuvieron la posesión de balón y durmieron el encuentro salvo algún susto aislado del Crystal Palace. Cinco temporadas después, el Chelsea vuelve a alzarse con el título liguero y ha dominado la tabla durante 260 días. El pitido final desató la euforia en la grada y los jugadores se fundieron en un abrazo general antes de ataviarse con camisetas y bufandas del Chelsea para conmemorar el triunfo conseguido.

Tercera Premier

Este trofeo supone el tercer cetro liguero en Inglaterra para José Mourinho, que supera así los dos títulos de liga conseguidos en Italia y Portugal y la conquista liguera en España con el Real Madrid en 2012. De los 35 partidos disputados esta temporada en la Premier, ha ganado 25 y sólo ha concedido dos derrotas. La campaña triunfal del conjunto londinense suma también la Capital One Cup conseguida a principios de marzo, consolidando su dominio en Inglaterra.

La liga más difícil

Calmado pero feliz, Mourinho se mostró satisfecho por el título logrado. «Volví para trabajar, para trabajar lo mejor que puedo y darlo todo, ser campeón es consecuencia de ese trabajo y esa dedicación», aseguró. Su vuelta a Inglaterra suponía un reto: «Sabía que esta era la liga más difícil del mundo pero lo conseguimos. No soy el más inteligente eligiendo equipo, no es el mejor país para lograrlo y dominar porque aquí no ganas a nadie 8-0».