El Real Madrid recarga pilas

Aprovecha su primera semana sin partido para entrenar mejor y recuperar lesionados. Hay especial cuidado con Bale y Cristiano.

Sin fichajes, sin mucho ruido, el Real Madrid vive su primera semana del año en la que puede entrenar sin problema todos los días con una tranquilidad inesperada. La victoria en Mestalla quitó penas y nervios al grupo de Zidane y está aprovechando estos días para centrarse en el partido del PSG, donde se juega toda la temporada y para el que ya sólo quedan 13 días. Durante la competición, con dos encuentros a la semana, los entrenamientos se dedican a recuperación y poco más; apenas se puede variar lo que se ha preparado durante la pretemporada, quizá sólo añadir pequeños retoques y casi nada importante. Sin embargo, durante esta semana y la que viene, Zidane tiene tiempo de sobra para preparar al equipo con una perspectiva más larga. No sólo hay que preocuparse del choque contra el Levante de mañana, también, o sobre todo, tiene que conseguir que el nivel del equipo suba para hacer frente al brasileño Neymar y al resto de sus compañeros del equipo francés.

Todas las miradas están ahora centradas en Pintus, el hombre que tiene que estar convirtiendo estos quince días en una mini pretemporada para que el grupo alce el vuelo en el momento más importante. Durante el primer cuatrimestre de la temporada a los futbolistas les han pesado las segundas partes, como si tras la primera mitad acabasen sin gasolina. Uno de los objetivos de estas largas semanas es que cojan aire para que lleguen mejor al final de los encuentros.

El plan es mejorar físicamente, pero también recuperar los principios básicos con los que empezó Zidane en el banquillo hace dos años y que ya se empezaron a ver en Mestalla. Fue allí, con los tres atacantes en el once titular, cuando el Madrid volvió a sus señas de identidad. Un equipo rápido para salir a la contra y al que no le importa replegarse en los malos momentos porque confía en su portero. Un equipo, además, que confía en los suplentes para dar el último golpe del encuentro.

Para eso, además, es necesario que todos los futbolistas estén bien físicamente. Durante todo este curso, Zinedine Zidane apenas ha podido hacer rotaciones porque las lesiones no se lo han permitido. Ahora lo empieza a ver más claro el panorama y más vacía la enfermería. Ayer, Varane y Sergio Ramos se unieron al entrenamiento con el resto de sus compañeros y eso es un gran alivio para el técnico. En Mestalla no pudo estar el capitán y cuando el francés se llevó un golpe todo el mundo tembló. Por eso entró en la convocatoria Marcos Llorente, por si le necesitaba para jugar de central.

Con la defensa bien, los cuidados principales van para los hombres de delante. Bale estuvo los primeros días de la semana entrenándose sin salir al césped porque se le está cuidando con especial mimo para que no sufra otra recaída ahora que tan importante se ha vuelto para el Real Madrid. Si antes había duda acerca de si debía jugar el galés o Isco, cuanto más cerca está el choque de los octavos de la Champions, más claro está que el arma principal de Zidane pasa por los tres hombres de ataque y por la profundidad que puede dar Gareth por la banda derecha del ataque.

Con Gareth Bale se va con cuidado, lo mismo que con Cristiano Ronaldo, que sigue ejercitándose aparte por un problema con los gemelos. Lo que se tiene muy claro en todo el club es que en estos dos encuentros que quedan antes de la Champions no se va a forzar a nadie. La idea es que Cristiano pueda llegar al partido de mañana en Valencia, pero si por alguna razón siguiese con molestias, Zidane le dará descanso. Desde que volvió de su sanción, a mediados de septiembre del año pasado, Cristiano Ronaldo ha sido titular en todos los encuentros de Liga. Ha descansado en la Copa del Rey, pero no ha entrado en ninguna rotación en las otras competiciones.