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El revés de Carla ilumina Nueva York

La canaria, agresiva, desborda a Sharapova con su golpe a una mano y llega a cuartos

Carla Suárez da un golpe de revés en el partido contra Sharapova
Carla Suárez da un golpe de revés en el partido contra Sharapovalarazon

La canaria, agresiva, desborda a Sharapova con su golpe a una mano y llega a cuartos.

En el mundo del deporte los «¿y si?» no cuentan. Pero viendo jugar a Carla Suárez es difícil no pensar: «¿Y si fuera un poco más alta? ¿Y si, como consecuencia, tuviera un mejor saque?». Pero en Nueva York esa teórica inferioridad física (mide 1,62) no le está impidiendo mostrar de lo que es capaz. El escenario en los octavos de final era difícilmente mejorable: la pista central del último «Gran Slam» del año, la más grande del mundo, con capacidad para más de 22.000 espectadores, por la noche, el día de su 30 cumpleaños y ante Maria Sharapova, vencedora del título allí en 2006 y un icono de este deporte. Todo el público que acudió al partido respondió con algunos «ohhh» a los golpes de la española, sobre todo el de revés, que ejecuta como nadie. «Tiene un revés que es lo mejor que hay en el circuito. Técnicamente es inmejorable, y ahora lo está buscando donde la bola sube, arriba del todo, y lo va a buscar firme», analiza Jordi Arrese, ex capitán de la Davis, ex jugador y comentarista de Eurosport.

Carla es una tenista rara, porque ese golpe lo da a una mano. Todas las jugadoras de la élite lo hacen a dos. Algo parecido pasa en el circuito masculino, pero un poco menos exagerado. «El tenis tiende a la potencia, a la fuerza, a tiros ganadores, y es lógico que las chicas que vienen por detrás lo tengan a dos manos porque van a tener más estabilidad y fuerza. A una joven le aconsejaría que jugara a dos manos», cuenta ella. «Carla fue muy inteligente, cuando Sharapova le tiró duro, ella respondió con golpes al centro muy potentes, pasando bien el brazo, y en cuanto podía abría la pista», explica Arrese. El partido terminó así, con un revés cruzado profundo para el 6-4 y 6-3 final.

No es la primera vez que la canaria llega a los cuartos de final de un «Grand Slam». En Roland Garros y Australia los ha alcanzado dos veces y en el Abierto de EE UU ya lo había hecho una. Nunca los superó, pero esta vez parece más decidida que nunca a hacerlo, jugando con determinación, por muchas veces que le rompan el saque. Terminó con los mismos golpes ganadores (15), que Sharapova, que es una pegadora nata. «Para ella el foco es ser siempre más agresiva sin perder su esencia, porque sabe que para competir al más alto nivel la pista dura es clave [sobre ella se juegan la mayoría de los torneos] y para ganar ahí tienes que ser agresiva», afirman desde su entorno. «Siente que está en uno de los mejores momentos de su carrera y pone todo de su parte para intentar aprovecharlo», aseguran quienes conviven con ella. Además, está más serena, con gestos positivos, como cuando gana y se coloca un dedo en la sien.

Carla empezó la pretemporada con un nuevo entrenador, Óscar Serrano, que se ha unido a Marc Casabó, y entre Edu García y la ex waterpolista Marta Recio se ocupan de su preparación física. Las lesiones le han respetado después de un 2017 complicado. «Está fortísima de físico», piensa Arrese. Sus piernas, su revés, su derecha y su cabeza serán imprescindibles si quiere llegar por primera vez a las semifinales de un grande. Madison Keys será su rival. Nunca la ha ganado, pero en sus tres precedentes siempre han necesitado del tercer set para decidir el partido. «Jugaré sin presión. Intentaré disfrutar», dice la española.