Fútbol
En Madrid, sí o sí
Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, avisó a los dos equipos: «El partido se hace en el Bernabéu, es irreversible»
Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, avisó a los dos equipos: «El partido se hace en el Bernabéu, es irreversible».
Ninguno de los dos finalistas quería venir a Madrid a jugarse el título. No porque no les guste la capital de España, sino por otras razones, muy diferentes en cada caso. Boca Juniors lleva varias semanas empeñado en que se le dé la final por ganada en el Comité de Disciplina de Conmebol. No desean seguir compitiendo después de todo lo que pasó y están convencidos de que River Plate debe pagar deportivamente por el mal comportamiento de sus hinchas. Es una especie de venganza por la descalificación de 2015, cuando los xeneizes quedaron fuera de la Libertadores tras el famoso episodio del gas pimienta que afectó a los futbolistas.
Entonces no hubo piedad para Boca y la hinchada ha presionado ahora al presidente Angelici para que su posición se mantenga firme. El caso de River es distinto, se siente perjudicado por no poder jugar en su cancha y ante su público, algo que sí pudo hacer su rival en el encuentro de ida. Las dos posturas son respetables para la Conmebol, pero ellos son los que deciden y han designado Madrid como sede. No hay mucho más que hacer sin arriesgarse a una sanción por varias temporadas. «Si hay algo que tengo seguro es que el partido se va a hacer en Madrid, eso es irreversible», confirmaba Alejandro Domínguez, presidente del máximo organismo suramericano. «Fue una idea mía. Tengo amistad con Florentino Pérez y le llamé antes de que empezara un partido del Real Madrid. Le pregunté si era factible y me pidió dos minutos para responderme. Me dijo que el estadio estaba a disposición, sin costos. España es el país en el que más argentinos viven fuera de su territorio. Hay más de 350.000 y la mayoría está en Madrid. Siendo un país neutral, era ideal para este partido», continuaba el directivo del que partió la disputa de la final en el Bernabéu.
No tiene dudas de que se jugará en Chamartín, el domingo 9 de diciembre a las 20:30. Eso es así, se pongan como se pongan los dos clubes, que ya están planificando los viajes y los lugares de entrenamiento. La Conmebol tiene el apoyo de la FIFA, preocupada especialmente porque necesita un representante de la zona suramericana para el Mundial de Clubes. El día 18 le toca debutar en esa competición a River o Boca y no podía permitirse Infantino más demoras.
Rubiales dijo ayer que confía en que el partido se hará sin problema, repitiendo el mismo discurso de los miembros de la FIFA. «En un partido como este y con todo lo que sucedió, no hay buena decisión, cualquiera hubiera sido criticada. Hay reclamaciones, pero espero que se juegue», confesaba Gianni Infantino, presidente de FIFA «Son escenas que no queremos ver en el fútbol, la mayoría va a disfrutar de un partido y algunos idiotas lo estropearon», se lamentaba, como lo hace la mayoría del mundo del deporte. Los violentos son los que han dejado a los aficionados «normales» sin poder ir al Monumental el domingo.
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