Roma

Entre la sacristía y el terreno de juego

Compaginar a la perfección la misa de domingo con la asistencia a los partidos de fútbol es algo que el sacerdote Antonio Morales, de 80 años, hace cada semana desde que fue nombrado presidente del Club Deportivo Ronda.

Compaginar a la perfección la misa de domingo con la asistencia a los partidos de fútbol es algo que el sacerdote Antonio Morales, de 80 años, hace cada semana desde que fue nombrado hace varios meses presidente del Club Deportivo Ronda.

Morales no pudo ni supo decir que no a la propuesta de presidir, por segunda vez en su vida, el club con más historia de la provincia de Málaga, y es que para él "el fútbol y la religión tienen muchas cosas en común: la principal es que en ambas está Dios".

Se enamoró del fútbol mucho antes de sentir la llamada de Dios. Desde su infancia ya jugaba y a los 16 años fichó por el equipo que hoy preside, todo ello con el admirable ejemplo de su hermano Juan Luis, que "era un gran futbolista"y jugó en el Cádiz y en el San Fernando, ha recordado.

La devoción y su interés por la Iglesia llegarían después y es que, aunque su madre rezaba para que alguna de sus hijas fuese religiosa, fue Antonio quien decidió seguir el camino de la fe sin renunciar nunca a su pasión futbolística.

Sus años de formación en el Seminario de Málaga se hacían más amenos jugando al fútbol en las propias instalaciones, algo que permitió que Luis Vera se fijase en él para ayudarle con la capellanía del Málaga Club de Fútbol.

"El fútbol tiene muchas facetas de tipo divino porque humaniza a la persona y la prepara para saber perder y ganar. Es un deporte que da calidad de vida y que enriquece el alma", ha explicado el sacerdote, que se reconoce fiel seguidor del Atlético de Madrid.

Pero el "Atlético de Aviación", como sigue llamando al club colchonero, es una excepción en cuanto a sus gustos futbolísticos y sus principios, puesto que para él "el fútbol auténtico y de valores lo hacen los equipos pequeños".

En este sentido, ha criticado a los gigantes de este deporte y ha señalado que el fútbol negociable le "estorba", pues "no admito -ha apostillado- que en estos tiempos una persona gane millones por dar pataditas".

Desde que preside el club rondeño, el cura dedica el mismo esfuerzo y entusiasmo a su labor evangélica como capellán de las monjas clarisas del Convento del Patrocinio de Ronda, que al cuidado de dos de sus hermanas de avanzada edad y al equipo de fútbol de Tercera División.

Ahora tiene en mente conseguir una audiencia con el papa Francisco, pues "sería muy bonito acabar la temporada con una visita al Santo Padre en el Vaticano, que también es futbolero", ha afirmado.

Está convencido de que esta entrevista con el papa les "regalará una gran vivencia"y les ayudará a ver de otra forma la vida que pueden llevar desde el club.

En la visita a Roma que imagina, Antonio Morales no se ve solo con su equipo de fútbol, sino que invita a participar a todos los rondeños, sean de la ideología y de la edad que sean.

"Tenemos que conseguirlo, esa visita tiene que hacerse realidad. No sé cómo podrá ser la conversación o qué le podemos llevar de regalo", ha señalado el sacerdote, visiblemente ilusionado.

El sacerdote ha logrado ser un referente para toda la Serranía de Ronda, puesto que además de predicar en numerosos pueblos e iglesias, ejerció como profesor en centros educativos, una época en la que tuvo a un total de 25.000 alumnos.

Antonio Morales demuestra cada día que la edad no está reñida con la capacidad, que se puede formar parte del difícil mundo del fútbol y de la delicada labor de predicar sin perder la fuerza, y es que hay personas capaces de vivir entre lo terrenal y lo divino.