«Este estadio no es de chicos, es de fútbol»

60.739 aficionados acudieron al Metropolitano a ver el Atlético-Barcelona de la Liga Iberdrola. «Para quien es del Atlético, eso emociona», dicen los hinchas rojiblancos

«El ambiente es una fiesta. Mira toda la gente que hay por aquí. Es una alegría para el fútbol femenino», era la frase más repetida en los alrededores del Wanda Metropolitano. No jugaban los hombres de Simeone, ni tampoco era la final de la Champions, pero el feudo rojiblanco se vistió de gala para presenciar el encuentro entre Atlético de Madrid y Barcelona de la Liga Iberdrola. Tan de gala que 60.739 espectadores acudieron a ver el partido. Nunca un partido de clubes en la historia había tenido una entrada así.

«Es el primer partido que vengo a ver a las chicas. Vivo en Carabanchel, pero hoy me he animado a venir», comenta un veterano del Atleti que acompañado de su señora no quería perderse el encuentro. «Mi hija me sacó las entradas por Internet. Soy de la generación antigua y no le veía mucho futuro a esto del fútbol femenino, pero hoy las chicas son la única esperanza que nos queda porque los chicos ...», añade con resignación. «¡Las mujeres al poder!», grita a su lado su mujer, que acudía por primera vez a un partido en el Metropolitano.

De otra generación es Miguel, un joven aficionado de ocho años que debuta en un estadio. «Toda la familia queríamos ver un partido y como estamos en contra de que los jugadores cobren una millonada, pues nos venimos a ver a las chicas», afirma con una madurez impensable para su edad. «Estoy increíblemente nervioso, que llegue ya la hora», confiesa ante la atenta mirada de su madre. «Este estadio no es de chicos, es de fútbol y aquí tienen que jugar también las chicas», apunta.

Una premisa que también comparte un padre que, acompañado de su hija pequeña, abandona su ruta habitual al Cerro del Espino, lugar donde compite asiduamente el Atlético Femenino, para llegar al Wanda. «Las chicas tienen que jugar más veces aquí, aunque no abran todo el campo, que habiliten una zona. Tienen los mismos derechos que los chicos», dice. «Me gustan más las chicas que los chicos», grita su hija, que irá junto a sus padres a presenciar la final de la Copa de la Reina que se disputa en mayo en Granada.

Con colores diferentes en su camiseta, pero igual de ilusionadas, Carla y Mireia, dos aficionadas del Barcelona vinieron expresamente a Madrid a presenciar el partido. «Hemos venido en autobús y volvemos en avión. Es una paliza ir y volver el mismo día, pero merece la pena por las chicas», cuenta orgullosa Mireia. «Jugar en el Wanda es un reconocimiento muy grande para el fútbol femenino. A ver cuando el Barça da la talla y las chicas juegan en el Camp Nou», añade la otra seguidora azulgrana, que no tuvo ningún problema por lucir la camiseta de su equipo libremente por los alrededores del Wanda.

Junto a la orquesta que amenizaba el ambiente antes de entrar al campo, una madre con sus dos hijas paseaba con orgullo por el «Paseo de Leyendas», que recientemente ha incorporado los nombres de Amanda Sampedro, Silvia Meseguer y Ángela Sosa. «Somos de Guadalajara y siempre que las chicas juegan en el Cerro del Espino vamos a verlas. Estamos más abonadas a ellas que a los chicos y eso que también somos socios del Atleti, pero con el corazón en la mano te digo que las chicas me gustan mil veces más que los chicos. Son sencillas, amables, te atienden. Las ves jugando y, aunque vayan ganando nunca dejan de luchar», manifiesta la madre.

Una mañana que muchos tardarán en olvidar porque aquí no ha ganado el Barcelona, ha ganado y por goleada el fútbol femenino. «Para quien es del Atleti esto emociona», presume la hinchada rojiblanca.