España se quita los nervios

El debut en la Eurocopa sirve a la Selección para olvidarse de todo lo que ha rodeado al equipo en los últimos días y para superar la frustración de la última Copa del Mundo

El comienzo del campeonato es la mejor terapia para España. Los días antes de empezar a competir se hacen eternos. Y más si a la rutina de la concentración se añade la polémica sobre De Gea que ha vivido el equipo en los últimos días. La Roja, además, carga con el peso del desastre en el Mundial de Brasil. La eliminación en la primera fase fue un golpe demasiado duro para un grupo de jugadores que había ganado ya un Mundial y una Eurocopa con Vicente del Bosque al mando. Peor aún para los supervivientes de la Eurocopa de 2008 con Luis Aragonés.

La rutina competitiva llega para aliviar la cabeza de los futbolistas españoles. «Tenemos la decepción de Brasil y eso nos debe hacer estar más concentrados para llegar lo más lejos posible. Cada campeonato tiene sus situaciones, su tiempo. Tenemos plantilla para hacer las cosas bien», dice Iniesta, uno de esos futbolistas que han hecho el camino completo de la decepción al triunfo y otra vez a la decepción.

«Siempre estoy nervioso al comienzo, aunque no lo parezca», asegura Del Bosque. «Tengo respeto al comienzo de una competición. Estamos no digo que excesivamente nerviosos, pero sí alterados. Hay que empezar con emoción; si no, es imposible jugar», añade.

Una victoria en el primer encuentro suele definir el destino de un equipo en el torneo, aunque España sabe que no siempre es así. «Hemos ganado torneos después de haber perdido el primer partido. Y hemos perdido campeonatos después de ganar el primero», recuerda Iniesta. El primer gran campeonato del centrocampista azulgrana fue el Mundial de 2006, que comenzó con una goleada (4-0) ante Ucrania y terminó con una dolorosa derrota en octavos de final ante Francia. En 2010 y 2012 el camino fue el inverso. Una derrota ante Suiza y un empate ante Italia fueron el primer paso hacia un título mundial y otro europeo.

España tiene cuentas pendientes consigo misma y la menor presión de todas es la de volver a ganar un campeonato que ya ha ganado en las dos últimas ediciones. «Somos 24 y sólo va a ganar uno», afirma Del Bosque, consciente de que lo normal es no ganar, a pesar de que la experiencia más reciente diga lo contrario. «Confío en la capacidad de los jugadores, en los conocimientos que tienen del fútbol. Son expertos y esa experiencia la deben trasladar al equipo», asegura.