Esperando a Morata

No jugó contra Georgia después de haberse perdido algunos entrenamientos. Del Bosque ve en él al delantero de España

España tiene un problema con el gol que parecía haber resuelto en los anteriores amistosos, pero volvió a hacerse visible contra Georgia. «Creamos 20.000 ocasiones y no marcamos ninguna», se lamenta Sergio Ramos. Algo que ya ha sucedido en ocasiones anteriores. Incluso en el Mundial de Suráfrica se convirtió en la campeona del mundo con menos goles a favor de la historia. Sólo consiguió siete en todo el campeonato, uno por partido, aunque los distribuyó de manera desigual. Los dos ante Chile compensaron el cero ante Suiza en el estreno.

En la fase de clasificación España consiguió 23 goles en diez partidos, algo más de dos goles por encuentro. No demasiado para un equipo al que se considera ofensivo. Sin embargo, sólo encajó tres. Una paradoja que convierte a la Roja en una selección enfocada para el juego de ataque, pero que no marca demasiados goles y recibe muy pocos. Menos de uno cada dos partidos. La clave es que España, y es una tendencia que se mantiene con los años, se defiende con el balón. Los rivales se encierran, la Roja tiene la posesión y, aunque no marca, evita los ataques rivales.

Para convertir a España en un equipo más contundente el seleccionador cuenta con Morata. El delantero de la Juventus marcó dos goles contra Corea y demostró que su juego es igual de aprovechable para la Selección cuando juega solo que cuando juega con Aduriz al lado. Morata es capaz de abrirse a la banda y dejar hueco para que lleguen los centrocampistas o para que sea el delantero del Athletic el que ocupe el área.

Su rendimiento se mide por muchas cosas más que los goles. Sólo ha marcado tres con la Selección, los dos ante los coreanos y uno en partido oficial que sirvió para derrotar a Ucrania. Pero Morata se lesionó ante Corea. Con los seis cambios que se permitían ya consumidos, el «7» de España abandonó el campo instantes antes de que el árbitro señalara el final del encuentro. «Ha sido por precaución, pensaba que iba a alargar más el descuento», explicó después. Pero las molestias musculares que le recomendaron retirarse le impidieron entrenar en los siguientes días con sus compañeros. Mientras el resto de internacionales se ejercitaba sobre el césped de la Ciudad del Fútbol él se esforzaba en el gimnasio.

El domingo, igual que Silva, que también había tenido molestias, volvió a entrenarse con el grupo, pero no jugó ni un minuto contra Georgia, como sí hizo Silva, que entró en la segunda parte. Aduriz fue el delantero de España los noventa minutos. Pero Del Bosque tiene guardado el hueco para Morata en la delantera. Espera que con él España pueda por fin olvidarse de los problemas con el gol.