Eurocopa 2016
La Eurocopa de la A a la Z
El campeonato no pasará a la historia por su gran fútbol. En la retina nos quedará el recuerdo de Islandia, el poderío de Gales y las lágrimas, de rabia y de alegría, de Cristiano. Además, no fue la mejor despedida para Del Bosque
El campeonato no pasará a la historia por su gran fútbol. En la retina nos quedará el recuerdo de Islandia, el poderío de Gales y las lágrimas, de rabia y de alegría, de Cristiano. Además, no fue la mejor despedida para Del Bosque
Alemania. Era la gran favorita, jugó buenos partidos y la penalizaron en exceso los dos errores de bulto frente a Francia, en un partido en el que jugó muy bien en la primera parte. El absurdo penalti de Schweinsteiger y la lesión de Boateng fueron clave en la derrota ante el anfitrión.
Bale. El jugador del Real Madrid fue uno de los grandes protagonistas del campeonato. Marcó tres goles y contribuyó a que Gales apareciera en el panorama internacional como una selección a tener en cuenta. Además, se movió por todas las partes del campo y trabajó sin pausa.
Cristiano. Sin llegar a su mejor nivel de juego ha sido uno de los grandes triunfadores. Marcó un golazo de cabeza a Gales, fue el alma de Portugal y se fue de París con el título que soñaba desde hace años. Sus lágrimas de tristeza y alegría en la final son la imagen de un ganador, que sufrió porque no pudo ayudar en el terreno de juego a sus compañeros.
De Gea. Las miradas de los aficionados españoles se centraron en el guardameta del United, que le «robó» la portería a Casillas por decisión de Del Bosque. Se había merecido la titularidad. Quizá pudo hacer más en el primer gol que le marcó Italia. Es el presente y el futuro de la Selección.
España. Comenzó bien contra Chequia, pese a que el gol llegó en el min 87 y se superó contra los turcos, en un partido muy bien jugado en el que brilló Iniesta. Sin embargo, la derrota ante Croacia por falta de madurez cuando el empate servía fue el principio del fin. Contra Italia en el primer tiempo el equipo desapareció y cuando quiso reaccionar ya fue tarde. Lo mejor, que murió con su idea futbolística.
Francia. Con más músculo que juego se plantó en la final y murió en la orilla cuando era la favorita ante Portugal. Deschamps ha apostado más por la fuerza que por el toque y sólo Griezmann, con sus goles, y Payet dieron la talla en ataque. Se echó en falta la calidad de Karim Benzema.
Griezmann. Goles sin premio para el jugador del Atlético, que pierde su segunda final en cuarenta días. Ser el mejor del torneo y la Bota de Oro no es consuelo para el rojiblanco, que ha crecido mucho como jugador hasta convertirse en el nuevo ídolo francés. «Es una mierda», dijo tras la derrota en la final.
Halldorsson. Es el portero de Islandia. Nadie le conocía y resulta que es el que más paradas ha hecho en el campeonato (27). Con ellas contribuyó a que su equipo se mostrase firme en defensa y sorprendiese a más de uno. A sus 32 años, juega en el Bodo Glimt de Noruega.
Islandia. Todos ya somos un poco islandeses. Un país tan pequeño y un corazón tan grande en unos jugadores que han sido la revelación. Los puristas dirán que su juego es primitivo, pero han sido competitivos y han peleado hasta el límite. Su comunión con los aficionados, un ejemplo a seguir.
Jóvenes. Varios seleccionadores han apostado por la juventud. Los ingleses tenían ocho futbolistas menores de 25 años y nombres como Renato Sanches, Morata, Lucas Vázquez o Kimmich tienen un gran futuro. El cambio generacional llegará poco a poco.
Kroos. El madridista, elegido en el equipo ideal, ha dado la mejor versión de su fútbol. Con Alemania juega menos encorsetado, tiene libertad y ha completado 608 pases, prueba de que es uno de los jugadores clave en el equipo de Löw.
Líderes. A la competición le han faltado auténticos jefes en sus equipos. Cristiano, Bale, Ramsey y Modric han sabido, en momentos puntuales, marcar el camino a sus compañeros. Conte, desde el banquillo italiano, se ha erigido en el jefe de la revolución «azzurra» por su carisma. Santos, en cambio, ha sido un líder silencioso.
Miedo. La apuesta en general de los entrenadores ha sido conservadora. El miedo a perder les obligaba a jugar con muchas precauciones. Y ésa es una de las causas de que haya habido poco espectáculo en los 51 partidos disputados.
Nolito. Fue la apuesta innovadora de Del Bosque y el de Sanlúcar fue de más a menos. Bien ante Chequia y Turquía, desapareció en los partidos en los que era más necesario. Su paso por la Selección ha tenido más sombras que luces. En el City, con Pep, tendrá ocasión de crecer como jugador.
Objetivos. Selecciones como España, Bélgica, Inglaterra, Turquía o Rusia no han podido cumplir los objetivos marcados de salida. Los octavos de final se han vuelto malditos para España y para otros equipos que llegaron a Francia con otras metas.
Pellé. Sergio Ramos y Piqué soñarán con él. Era un advenedizo, un desconocido, con poco fuste a nivel internacional y fue uno de los grandes culpables de que España se quedara fuera. El delantero italiano, que se marcha a China, jugó un primer tiempo de ensueño y fue nuestro verdugo.
Quaresma. Quién le iba a decir al veterano jugador portugués, ya de vuelta, que iba a contribuir al mayor éxito de su selección. Marcó el gol decisivo ante Croacia en la prórroga y puso su experiencia y buen toque al servicio del colectivo.
Renato. El portugués ha sido el jugador más joven del torneo. Una vez que se comprobó que tiene 18 años sólo hace falta alabar sus virtudes. Corre, trabaja, tiene técnica y ha sido, pese a que fue cambiado en la final, uno de los baluartes del campeón. En el Bayern de Ancelotti triunfará.
Seguridad. Un fiasco, las medidas impuestas. Pese a la amenaza terrorista, en las calles se vivieron escenas de pánico, peleas entre hinchas salvajes y nula intervención de las Fuerzas de Seguridad. Tampoco en los estadios el control fue el correcto y se pasaron bengalas pese a los cacheos.
Táctica. No ha habido muchas innovaciones en el aspecto táctico. Gales e Italia apostaron por una defensa de cinco en la que los laterales eran clave. El campeón pasó de un 4-4-2 al 4-5-1 cuando se lesionó Ronaldo y le fue muy bien. Alemania fue la que más arriesgó en el aspecto ofensivo en el partido ante Francia.
Ultras. La Eurocopa es un escaparate y la imagen que ha dado con el comportamiento de los ultras ha sido lamentable. Desde Rusia llegaron distintos grupos de simbología nazi que se enfrentaron con los ingleses. Los seguidores de Croacia la liaron en día del partido con Chequia. No se pudo poner freno a la expansión de los más extremistas.
Vicente del Bosque. Se marcha por la puerta pequeña, pero su labor al frente de la Selección se merece un sobresaliente. Su palmarés ahí queda, para amigos y enemigos. El tema Casillas no lo trató, quizá, con la delicadeza que se merecía el capitán legendario.
Wilmots. El seleccionador belga es uno de los grandes derrotados. Con unos jugadores de lujo no ha sabido formar un gran equipo y el fracaso es mayúsculo.
Xavi. Con nostalgia vimos a Xavi Hernández entregar el trofeo que ganó España hace cuatro años. Buenos recuerdos el día del cierre. Con él lo ganamos todo.
Zlatan Ibrahimovic. Deja la selección sueca después de un mal torneo. Se merecía una despedida más solemne y con mejores resultados, pero su equipo no respondió en los partidos importantes.
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