Ramos ejerce de capitán

Sergio Ramos ya ejerce como capitán. El brazalete ya ha sido suyo cuando Casillas ha tenido que dejar su sitio a De Gea, pero el peso del sevillano cada vez es mayor en el vestuario. Es uno de los supervivientes del equipo que lo ha ganado todo. Incluso vivió la decepción del Mundial de Alemania en 2006 cuando Francia, una veterana selección encabezada por Zidane en sus últimos años de futbolista, apartó a España de la lucha por un título que entonces todavía sonaba lejano.

El central madridista, en ausencia de Casillas, asumió ayer la responsabilidad de atender a los medios junto a Iniesta. Tuvo que responder él cuando llegaron las preguntas sobre De Gea y también cuando le cuestionaron sobre la relación entre los jugadores del Real Madrid y del Barcelona. «Durante la temporada cada uno está en su club. Cuando venimos lo hacemos con mucha ilusión y nos fusionamos. Todos tenemos el mismo objetivo, nos une un país y vamos a intentar hacerlo de la mejor manera posible. El único escudo que importa es el de la Selección española», confiesa.

Se olvidaron ya los problemas con los jugadores del Barcelona en aquellos años en que la polémica generada por Mourinho atentó contra la estabilidad de la Selección. Quedaron atrás los enredos con Piqué, cuando Del Bosque tuvo que mediar. «Si no se llevan, que se lleven», dijo el seleccionador, que siempre ha intentado mantener la normalidad dentro del grupo. Y Piqué y Ramos siguieron formando una de las parejas de centrales más seguras del mundo. Juntos ganaron la Eurocopa 2012 y juntos siguen liderando la defensa de ese campeonato.

Sergio ha ido llenando el lugar que ocupaba Puyol, el maestro de Piqué, en La Roja. Primero, en el campo y después en el vestuario. Él fue uno de los más implicados en la integración de Diego Costa en el grupo cuando el seleccionador lo convocó por primera vez. A pesar de las disputas que habían tenido dentro del campo, Sergio se convirtió en el guardaespaldas del hispanobrasileño, siempre pendiente de él. Ahora ha hecho algo parecido con De Gea.

No lo acompañó a la conferencia de prensa como hizo Piqué, pero lo ha protegido en público y en privado. Cuando habló con él en el hotel el pasado viernes –cuando estalló el escándalo– le felicitó por haber dado la cara ante los medios y le mostró todo su apoyo. Ayer lo hizo de manera pública.

Sergio, que cumplió 30 años en marzo, lleva ya once en la Selección. Ha participado en tres Mundiales y ésta será su tercera Eurocopa. Ha disputado 132 encuentros con la Roja y sólo le superan los 167 de Casillas.

El comportamiento de Sergio Ramos y su implicación con el equipo nacional es motivo de orgullo para Del Bosque. El técnico español está feliz de la convivencia entre los veteranos y los más jóvenes del equipo. «Para mí es una satisfacción la continuidad que damos a los jugadores», asegura el seleccionador. «El peligro es cuando se creen que son más que jugadores y pueden ser nocivos para la Selección. Por eso pretendo que sólo sean jugadores de fútbol y que representen como debe ser a nuestro país», aseguraba el sábado en declaraciones a Radio Marca.

Sergio Ramos, por el momento, es sólo un futbolista, pero un futbolista muy importante dentro del equipo. El capitán de España para los próximos años.