Farah, el rey del fondo

Mo Farah fue doble campeón olímpico en Londres. Sus oros en 5.000 y 10.000 en la cita olímpica los ha reeditado en los Mundiales de Moscú con dos carreras idénticas. Ha controlado del mismo modo las dos distancias. Su actitud vigilante durante toda la carrera se completa con una última vuelta inalcanzable para el resto. Etíopes y kenianos no han sido capaces de encontrar el antídoto para desactivar al rey del fondo. O quizá sí lo han encontrado, pero no pueden aplicarlo. Los africanos necesitan una carrera que roce los 13 minutos –el récord del mundo del keniano Eliud Kipchoge está en 12:52.79– o incluso por debajo para meter en problemas al inglés nacido en Somalia. Si Farah llega entero al toque de campana, el oro es suyo. El keniano Soi, uno de los finalistas, demostró hace dos meses en Eugene cómo superar a Farah. La marca en aquella reunión fue de 13:04. Pero la labor de equipo, por un lado de kenianos y por otro de los etíopes, no fructificó. Farah, que puede correr los últimos 400 en 50 segundos como si fuera un millero excelente, que lo es, tardó 53 segundos en dar la última vuelta. Su velocidad sostenida cuando al resto le tiemblan las piernas le ha permitido confirmar las expectativas. El doble oro olímpico de fondo prolonga su reinado al Mundial.