Alonso, listo para Le Mans

El español, junto a sus compañeros Buemi y Nakajima (Toyota), venció en las 6 Horas de Spa. En los compases finales acusó su inexperiencia para adelantar a los pilotos doblados más lentos.

Casi cinco años después, Fernando Alonso volvió a subir a lo más alto del podio, aunque sea en otra categoría del automovilismo que no es la F-1. Lo hizo en la primera cita del campeonato del mundo de Resistencia tras vencer en las 6 Horas de Spa. En su debut en la especialidad, Alonso se encontró con todas las dificultades que supone una carrera donde las neutralizaciones son habituales y los pilotos doblados más lentos pueden meterte en un lío en cualquier momento. El asturiano y sus compañeros se encontraron con la «pole» a última hora del sábado, después de que la organización hallara un error en el caudalímetro de combustible del otro Toyota, y le sancionara con la última posición y arrancar una vuelta después.

Sebastian Buemi fue el encargado de realizar el relevo de salida en el coche de Alonso y después de casi hora y media el asturiano por fin se subió al Toyota híbrido. Fue a las 14:51 y llevó a cabo un buen relevo manteniendo el ritmo y la mecánica. A las 16:17 cedió el volante a su compañero Nakajima y fue el japonés el que comprometió el buen resultado del equipo. El piloto nipón debió regresar a boxes poco después porque en el cambio de piloto los cinturones no habían quedado bien puestos y esa operación no la puede hacer el piloto en marcha. A pesar de la pérdida de tiempo, sus principales rivales – el otro coche de Toyota– venían remontando y estaban realmente cerca. Lo peor vino poco después porque Nakajima hizo un trompo y volvió a perder tiempo. Después llevó a cabo un buen pilotaje.

Y llegó la hora de la verdad y toda la responsabilidad de llevar el coche a la meta se la dieron a Alonso, más que nada para que en esos minutos finales adquiriera toda la experiencia que le falta en este campeonato. Y así ocurrió. A las 18:17 el español regresó al coche y vivió momentos de tensión hasta que cruzó la meta a las 19:30. Un fuerte accidente obligó al coche de seguridad a neutralizar la prueba y cuando se retiró la ventaja acumulada por Alonso y sus compañeros durante toda la prueba con sus máximos rivales desapareció. En ese momento los dos Toyota protagonizaron una gran persecución que tuvo a los pilotos más lentos y doblados como principales obstáculos. Alonso defendía la primera plaza y en los compases finales se le notó la inexperiencia a la hora de resolver los adelantamientos a los pilotos que corren con mecánicas inferiores. La indecisión le pudo un par de veces y a punto estuvo de aprovecharlo su rival y compañero en el otro coche del equipo, Mike Conway. Finalmente, una parada en boxes de ambos coches para repostar dio ventaja a Alonso para ganar. Ahora le esperan en F-1 Montmeló, Mónaco y Canadá, y después, Le Mans.