F-1

Estados Unidos

2014, año cero para Ferrari

Dos mecánicos de la escudería italiana trabajan en el coche de Fernando Alonso
Dos mecánicos de la escudería italiana trabajan en el coche de Fernando Alonsolarazon

En Ferrari están empeñados en que 2014 sea un punto de inflexión para la escudería italiana. Después de unos años en los que Red Bull ha roto su hegemonía, la próxima temporada todo cambia en cuanto a reglamento técnico y en la «Scuderia» empiezan a mostrar cierto optimismo. Sorprendentemente, muchos de los ingenieros que preparan el monoplaza con el que Fernando Alonso intentará ganar su tan ansiado tercer título están presentes en el circuito de las Américas, donde se disputa este fin de semana el Gran Premio de Estados Unidos.

En 2014, los motores pasan de ocho a seis cilindros y eso supone toda una revolución en la F-1, ya que cambia por completo la arquitectura del coche. El máximo responsable de este área en Maranello, Luca Marmorini, es un experto en esta materia, con experiencia en varios equipos y son muchos los rumores que giran alrededor del motor que está construyendo. Renault y Mercedes (principales suministradores en 2014) ya han mostrado sus bloques, mientras que Ferrari aún lo guarda en secreto. La revista especializada «Autosprint» aseguraba recientemente que Marmorini prometía sorpresas en cuanto al peso del bloque (con la utilización de materiales muy innovadores) y sobre todo, en lo referente a su eficiencia, ya que el consumo de combustible tendrá mucho que decir en 2014. Y a mayor necesidad de gasolina, mayor será el peso del monoplaza. El otro aspecto a tener en cuenta será el uso del KERS, algo en lo que Ferrari destaca por encima de Red Bull, que siempre optimizó el reparto de pesos y la aerodinámica, sacrificando este dispositivo con baterías más pequeñas.

El apartado más perjudicado con el nuevo reglamento parecía el aerodinámico, pero conforme han empezado el desarrollo de los monoplazas de 2014 no parece que vaya a perder protagonismo. Ferrari por fin parece tener en condiciones el túnel de viento y cuenta con un especialista como James Allison, procedente de Lotus, supervisado por un gurú, aunque venido a menos, como Nikolas Tombazis, que lleva varias temporadas sin acertar demasiado en la escudería italiana y del que siempre se espera algo mágico. El ingeniero griego es el mismo que intervino de forma esencial en los éxitos de Schumacher, en la época dorada del equipo. También Newey, ahora en la cúspide, pasó una etapa en la que sus diseños fueron auténticos desastres.

Allison y Marmorini han viajado a Estados Unidos con el resto del equipo y todo apunta a que el viernes ya probaron varias piezas destinadas a la próxima temporada. La otra figura a tener en cuenta es Rory Byrne, que hace una década encarnó en Ferrari lo que ahora es Newey, y que ha vuelto a asesorar a la cúpula técnica de Maranello.