Alonso no aclara su accidente

Dice que hubo un problema en el coche, pero aún no lo han encontrado.

24 días después de sufrir un misterioso incidente que ninguna de las partes implicadas ha sabido explicar (o no ha querido), Fernando Alonso, ya en Sepang, se enfrentó ayer a una conferencia de prensa con la sala repleta y todos apuntando al mismo foco. Después de responder a las preguntas del moderador oficial llegó el turno de los periodistas. El 95 por ciento de las cuestiones se dirigieron al español en un intento por esclarecer las extrañas circunstancias de la colisión. Sin embargo, como si llevara un guión escrito y cerrado, Alonso apenas ofreció más detalles de los ya conocidos: «No vemos ninguna causa clara, pero hubo un problema de dirección, se bloqueó en la derecha y fui contra el muro. Todavía nos faltan datos. Para esta carrera traemos nuevos sensores y algunos cambios en la dirección. Es evidente que hubo un problema en el coche, pero no lo hemos encontrado todavía. Ha pasado un mes y quizá ya nunca lo encontremos, pero para esta carrera hemos prestado más atención a ciertas partes del monoplaza», comentó el ovetense. En este sentido, en el paddock se rumorea que Alonso pidió al equipo que realizara cambios en la dirección para adaptarse más a su estilo de conducción y quizás este pudo ser el origen del problema. «Lo recuerdo todo, recuerdo los cambios de reglajes que hicimos esa mañana. Desconecté la radio, primero; luego, las baterías, porque venían los comisarios y de no ser así no podrían haber tocado el coche. Estaba consciente. Perdí la consciencia en la ambulancia o en la clínica, pero los doctores dicen que es normal debido a la medicación. Tuve una conmoción grande, pero fui al hospital en buen estado. Hay un periodo de tiempo que no recuerdo, de 14:00 h. a 18:00 h., pero todo era normal. No me desperté en 1995, ni hablando italiano ni haciendo todas esas cosas que se han dicho», afirmó.

Las declaraciones de Alonso no sentaron nada bien a algunos miembros de McLaren, ya que al parecer el pacto entre ellos no era afirmar tajantemente que se había producido un bloqueo de la dirección que pudo provocar el accidente. La tensión era tan elevada antes de la conferencia de prensa de Alonso que incluso se advirtió a los medios de comunicación que el piloto ya no responderá ninguna cuestión relativa al accidente durante el resto de Gran Premio de Malasia.

Alonso descartó tibiamente que se produjera una descarga eléctrica en el monoplaza que le hubiese impedido reaccionar, pero sí lo hizo tajantemente con la hipótesis de que el viento fuera la causa: «Ni un huracán hubiera desplazado el coche. Incluso un problema médico está descartado, porque si no, me hubiera ido para la izquierda. Lo recuerdo todo y el viento no provocó nada», terminó el piloto de McLaren.

Alonso no paró de hablar, pero aclaró poco. Insistió en que la telemetría no refleja nada claro, pero parece imposible que un monoplaza tan avanzado como un F-1 actual no recoja esa clase de información. Incluso varios periodistas le preguntaron si no tenía miedo a que se produjera el mismo fallo mecánico, a lo que el piloto respondió que confía plenamente en su escudería.

Horas antes, Alonso superó el último examen médico de la FIA para obtener autorización para correr. Desde hoy afronta un fin de semana que se espera complicado por el pobre rendimiento del motor Honda.