El verano es para negociar

La Fórmula 1 es uno de los deportes que más intereses económicos genera, crea, y, por tanto, una de las especialidades donde las negociaciones y el nivel de falsedad es muy elevado para conseguir cualquier objetivo. Es la batalla de las mentiras, de las apariencias y de la pura ocultación o, todo lo contrario, para alcanzar la meta fuera de la pista. Y en esa posición se encuentra en la actualidad Fernando Alonso y su entorno, que está negociando el futuro del piloto asturiano con todo su arsenal de armas, que no es poco como ha demostrado en pactos anteriores con Renault, Ferrari, McLaren y otras.

En Baku ha sorprendido la presencia de Flavio Briatore (todavía representante de Alonso), que seguramente no ha venido a pasearse. Incluso, el viernes publicó una foto en redes sociales cenando con Niki Lauda y Toto Wolf, máximos responsables de Mercedes en la Fórmula 1. ¿Una señal para decir que está negociando la llegada de Alonso al equipo alemán? ¿Una foto para desviar la atención? ¿Una foto para enviarle a Hamilton un mensaje de parte de sus jefes por si le diera por retirarse o pedir más dinero? Podría ser de todo y hasta septiembre u octubre nada habrá claro.

El pasado jueves Alonso afirmó que en 2018 estaría ganando carreras, pero no se sabe si en la Fórmula 1 o en otra especialidad en Estados Unidos. Todo podría pasar, pero lo cierto es que las posibilidades son pocas. Permanecer en McLaren parece una temeridad y ahora mira la opción de recalar en Renault, donde quieren volver a ganar y tienen dinero para invertir. Otras escuderías como Williams estarían encantadas de recibirle. Allí trabaja ahora uno de los genios que llevó a Mercedes a su actual posición, Paddy Lowe, aunque el presupuesto de la mítica escudería inglesa no parece muy boyante, a menos que un fuerte patrocinador se estableciera con fuerza para rememorar una de las épocas más brillante de la F-1 con este equipo ganando carreras de forma sistemática con Mansell, Piquet y Prost.

En McLaren trabajan a destajo para deshacer la asociación con Honda, que definitivamente no sabe en qué punto está. Las cosas no funcionan y lo peor de todo es que desconocen la razón. No saben por dónde tirar. El acuerdo económico entre Honda y McLaren es muy alto, 100 millones de euros pagan los japoneses por trabajar con la escudería inglesa, y rechazar una cifra así no es fácil. Lo malo es que poco a poco la credibilidad de McLaren está desapareciendo y ya no atraen ni a buenos ingenieros ni por supuesto, a empresas patrocinadoras.

Zak Brown, responsable de McLaren, busca una solución intermedia. Se rumorea que en los próximos años el equipo podría montar motores Mercedes, y dentro de dos años volver a Honda, que tendría ese tiempo para experimentar con Sauber, que usarás sus unidades de potencia en 2018.

En cualquier caso, Alonso no parece que esté en condiciones de permanecer en McLaren. Hoy en el Gran Premio de Azerbaiyán arrancará último debido al cambio de componentes de motor que debió realizar por la rotura sufrida en la pasada carrera de Canadá. Aun así, el rendimiento del motor Honda en la recta de 1,5 kilómetros del circuito de Baku es vergonzoso (15 km/h por menos que el primero). Sainz lo hará en decimoquinto puesto y mientras tanto, Hamilton sumó una “pole” más, 66, para acercarse al record que todavía ostenta Michael Schumacher, 68.