Ingeniería

La lotería de la lluvia

La Razón
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El momento en el que no se puede cambiar nada para el domingo empieza el sábado en oficiales. Para decidir si apostar por reglajes de seco o de agua no sólo se mira la previsión meteorológica, que para evitar que cada equipo llevase sus propios especialistas, ahora es común a través de MeteoFrance. Los ingenieros se reúnen con los pilotos y tratan de valorar las implicaciones de la decisión.

Si el conjunto coche/piloto no tiene muchas expectativas en condiciones normales es más fácil arriesgarse por si suena la flauta y llega el diluvio. También influyen las probabilidades de que haya coche de seguridad (que siempre se comentan en las reuniones de estrategia) y las particularidades del circuito. Los reglajes de agua conllevan, en general, una suspensión más blanda para conseguir más agarre mecánico, y más carga aerodinámica y, por tanto, relaciones de cambio más cortas de lo que suele ser habitual.

Por ejemplo, en Canadá, que es un circuito de baja carga aerodinámica, ya que no hay curvas muy rápidas, tiene varias rectas largas y dos zonas en las que se permite el uso del DRS. Es muy difícil que alguien apueste por reglajes de lluvia radicales si no es muy evidente que diluviará, porque el ridículo puede ser sonado y evidente, de al menos dos segundos por vuelta. Como es un circuito semi-permanente con poco agarre, ya todo el mundo va blando de suspensión, una opción menos de liarla.

*Ingeniero F1, trabajó en equipos como Midland, McLaren y HRT