Europeo sub'21

Cae España ante Alemania en el Europeo sub 21

Un gol de Weiser acabó con el sueño español de lograr su quinto campeonato de Europa sub 21 y dio el triunfo a Alemania. Al equipo de Celades le faltó criterio, juego combinativo y remate a puerta

Los jugadores españoles lamentan la derrota frente a Alemania
Los jugadores españoles lamentan la derrota frente a Alemanialarazon

Un gol de Weiser acabó con el sueño español de lograr su quinto campeonato de Europa sub 21 y dio el triunfo a Alemania. Al equipo de Celades le faltó criterio, juego combinativo y remate a puerta.

No pudo ser. La esperanza española de lograr su quinto título europeo en Cracovia se convirtió en una pequeña decepción. Ganaron los alemanes, que llegaron al torneo sin vitola de favoritos, pero que demostraron su capacidad para trabajar y para plantear un partido muy bueno en el que florecieron más sus virtudes que la calidad del bando español.

Y es que no vimos a la mejor España, quizá atenazada por la responsabilidad. No brillaron las individualidades y a nivel colectivo fue inferior a Alemania. Pesó la ansiedad y el mal comienzo porque en la segunda parte el juego fue más equilibrado. La decepción debe dar paso al análisis para explicar que los mimbres son excelentes, que el fútbol español tiene futuro y que varios de los jugadores tendrán pronto sitio en el bloque de Lopetegui.

Era necesario entrar en el partido con fuerza, con convicción y con las ideas muy claras. Y eso no ocurrió. Fueron los alemanes los que afrontaron mejor el partido, los que presionaron, tuvieron la pelota y maniataron al equipo español. No había fluidez en el juego. Los centrocampistas de lujo de Celades, los encargados de mover al equipo como son Saúl, Ceballos y Asensio eran engullidos por los marcajes del rival. No tenían espacio para combinar, no había opciones para triangular con criterio y las opciones de llevar peligro a la portería germana apenas existieron. Tampoco se abría el juego a las bandas y cuando Deulofeu entraba en contacto con la pelota era de forma individual. Las jugadas no se acababan y aunque hubo alguna llegada y algún córner el peligro español fue escaso. Atenazados, fueron superados por el centro del campo alemán, comandado por Arnold y Meyer. Los alemanes empujaron, forzaron las acciones, no se anduvieron con bromas en los balones divididos y encontraron el gol en una acción de Toljan que cabeceó Weiser lejos del alcance de Kepa. Entre Jonny y Vallejo no habían conseguido sacar el balón y el centro del lateral germano fue letal. Era el premio a su mejor juego, a su mejor lectura del partido y a su capacidad de trabajo.

Con otra cara salió España del vestuario. Hubo reflexión y el equipo trató de juntarse, de tener más la pelota y de ser más profundo. Alemania esperaba en su campo y los mejores minutos del combinado español se tradujeron en un zurdazo con intención de Saúl que paró el portero. Sin llegar a su mejor versión el equipo era otro, había dado un paso adelante porque necesitaba un gol. Sin embargo, los alemanes encontraron la vía para el contragolpe y se plantaron dos veces con peligro ante Kepa. Arnold, zurda prodigiosa, se marcó una gran jugada que obligó a Saúl a cortar desde el suelo porque el peligro era inminente. Y en la segunda acción tuvo que meter una mano el meta del Athletic para desviar el disparo de Gnabry.

Alemania no se escondía, no se encerraba y prefería jugar en el campo español. Weiser llegó con peligro instantes antes de que Williams reemplazara a Sandro. Quería Celades velocidad con el delantero bilbaíno y movilidad en el frente de ataque para encontrar un hueco. Difícil encontrar el pase, el hueco para tener superioridad y fue Ceballos el que probó desde lejos. Su disparo salió ajustado al poste. Era la señal de que España no se resignaba, quería el gol y Asensio buscaba el balón para intentar llegar desde la segunda línea. El centro del campo alemán ya no era tan fuerte cuando el choque entró en sus últimos minutos y Celades se la jugó con Borja Mayoral. El madridista entró por Marcos Llorente –tenía una tarjeta– y junto a Williams buscaron el gol.

No había otra solución. Había que jugársela. Se necesitaba un gol y las ocasiones no llegaban. La selección no había tenido su tarde en el aspecto ofensivo. Las llegadas fueron escasas, las acciones de peligro tuvieron más color alemán que español y es que no fue la España de otros días. Entró mal en el partido, fue inferior a su rival en el aspecto físico y táctico y cuando quiso reaccionar se encontró con una Alemania rocosa y práctica que la maniató.