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Algo pasa con Messi

Leo Messi
Leo Messilarazon

madrid- Jordi Roura puso cara de sorpresa ante la pregunta. Y respondió: «Messi no tiene ningún problema». Pero Messi no está bien. «¿Qué le pasa a Messi?», era la pregunta más repetida. Su actuación ayer es un síntoma de lo que le sucede al equipo. Leo igualó a Di Stéfano con 18 goles en los clásicos, y además ya acumula 16 jornadas de Liga consecutivas marcando. Récords amargos. Está desconectado del juego. Una de las claves del éxito azulgrana era que Messi bajaba al centro del campo a «tocar» para ganar superioridad ahí, pero después arrancaba con balón o abandonaba esa posición para llegar al ataque sin él. Ayer, salvo en el gol, apenas acompañaba las acciones. Se hizo un cuadrado imaginario en el centro del campo que pocas veces superó. Villa recibía en la banda y al centrar no estaba Messi allí. Se encontraba muy atrás o incorporándose en ese momento. Tarde. Tampoco se dio prisa en salir del fuera de juego después de un robo del Barcelona. Lo hizo andando, tranquilo. Cabizbajo muchos minutos, apático y recibiendo desagradables insultos de una parte muy concreta del Bernabéu. No es un problema físico, según él: «Mi cuerpo está mejor si no descansa», reconoció hace unos días. Quizá es mental o que tenía el listón demasiado alto. Más que nadie lo había puesto antes, por la regularidad con la que hacía sus genialidades.El Barça necesita que Messi «vuelva» y algo de autocrítica, que sí se ve en algunos jugadores. Piqué reconoció que el «equipo no está bien». «Nos faltan un par de partidos buenos y tirar hacia delante», aseguró el central. Roura parece silbar «Don't worry, be happy» («No te preocupes, sé feliz»). «Era un partido difícil y un campo complicado en una semana difícil. Teniendo en cuenta esto, hemos estado bien plantados y creado opciones», dijo. No se recuerdan muchas paradas de Diego López y sí alguna de Valdés, sobre todo con la entrada de Cristiano Ronaldo, eléctrico, aclamado cuando a los 40 segundos de la segunda parte comenzó a calentar. Son dos estados de ánimo diferentes. Nadie diría que el Barcelona tiene la Liga casi sentenciada. Cristiano y el Madrid llegan lanzados a la «Champions». Quizá su problema sea contener la euforia. El Barça espera el «click» de Messi para renacer.