Rayo Vallecano
Ataque de miedo
El Real Madrid, con un doblete del portugués Cristiano Ronaldo y otro tanto del francés Karim Benzema, sufrió para ganar al Rayo en Vallecas (2-3), después de los dos goles de Jonathan Viera en la segunda mitad que sirvieron para destapar sus carencias defensivas.
Arbilla lloraba en el banquillo del Rayo Vallecano. Se tapaba la cara después de ser sustituido, mientras sus compañeros intentaban consolarle sin éxito. No quería ver el resto del partido. Creía, como casi todo el mundo, que el duelo con el Real Madrid se había acabado, pese a que quedaba casi toda la segunda parte por delante. Lamentaba que pese a haber tenido el balón, su equipo estaba en manos de Bale y Cristiano Ronaldo, dos jugadores que valen lo que costaron. En ellos se va a basar el Madrid para ser espectacular en los días buenos y llevarse los tres puntos en los días malos.
Como ayer, que parecía un día más o menos bueno para el madridismo y estuvo muy cerca de ser uno horroroso. El Madrid vive en dos mundos. El esplendor del ataque, donde las dos estrellas, con la ayuda de Benzema, se bastan para derrotar a cualquier rival, y unas ausencias de concentración defensiva que van restando lo que hace arriba la tripleta de ataque. Cuando comenzó la segunda mitad del encuentro en Vallecas, el equipo de Ancelotti tenía el partido más que ganado, lo mismo que contra el Sevilla en la jornada anterior. Con tres tantos, podía relajarse, dedicarse a ver pasar los minutos, mientras el Rayo paseaba el balón, presumía de posesión sin sacar nada productivo a cambio. Duró un suspiro la tranquilidad del Madrid, dos penaltis en contra y comenzó el sufrimiento de verdad. Un mal trago que se hizo interminable. El equipo de Ancelotti volvió a meterse en un lío, como si pensase que con Ronaldo y Bale todo resulta demasiado fácil y hay que dar un par de goles al rival para igualar la contienda.
Lo vio tan mal Ancelotti que antes del minuto 60 quitó a Carvajal y sacó a Arbeloa. Es en los laterales donde el italiano demuestra si quiere ir a la portería contraria o resguardar la suya. Arbeloa es para lo segundo.
Fue poco antes de la salida del lateral cuando el conjunto local se vio con posibilidades en un partido en el que estaba desahuciado y se hizo preguntas sobre su modo de vida y su relación con el balón. En dos minutos de la segunda mitad encontró la respuesta positiva y terminó el duelo pensando que pocas veces va a estar tan cerca de adornar su historia con una remontada épica.
El Madrid pasó un mal trago, se atragantó de verdad. Los dos penaltis le desquiciaron y no se encontró, ya sin Xabi Alonso en el campo. Es costumbre pasarlo mal en Vallecas. No le es agradable jugar allí, en un campo pequeño, donde el público empuja mucho y hay una especie de orgullo de un equipo de barrio contra un rival global. Sin embargo, el conjunto azul ayer lo tuvo todo a favor hasta que se le puso todo en contra. No quiso o no pudo tener el balón ni falta que le hizo. La próxima vez que Ancelotti diga que con tres toques se puede llegar al área contraria ya tiene una jugada para demostrarlo. Ronaldo empezó un contraataque, se la dio a Modric, un poco más atras del centro del campo y éste le devolvió la pared larga. Ronaldo es un vendaval con estilo: recibió, se deshizo del rival con un caño y puso el balón con suavidad en el palo contrario. En Vallecas ya había hecho un tanto de tacón. Le gusta ese campo para meter goles para enmarcar. En tres toques, entre dos jugadores. El fútbol también puede ser bello cuando es breve.
El Madrid que se había visto contra el Málaga, la segunda parte frente al Barça y durante todo el encuentro frente al Sevilla no fue el mismo que se presentó ayer en Vallecas. No sólo estaba Xabi Alonso en el centro del campo, cuando el Real Madrid fue mejor defensivamente, sino que Di María ocupó la posición de Khedira e Isco se quedó en el banquillo. Ancelotti va a dar vueltas al centro del campo. A casi todo. Porque el encuentro de ayer confirmó que Xabi sigue siendo imprescindible. Robó el balón en el segundo tanto del Madrid y sin él, el equipo recibió dos tantos y vivió en el precipicio, desguarecido. Las otras posiciones van a variar, aunque ayer Di María estuvo desaparecido y a Modric tampoco se le vio su mejor versión. Fue porque el Madrid no tuvo el balón. Y eso no importó durante la primera mitad, pero sí durante la segunda, donde vivió con miedo, encerrado atrás y regalando el balón desde que Bale y Cristiano Ronaldo hicieron el tercer tanto. Cuando Arbilla lloraba en el banquillo y las lágrimas casi no le dejan ver cómo su equipo hacía temblar al Real Madrid.
Ficha técnica:
2 - Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Arbilla (Larrivey, m.50), Nacho; Trashorras, Adrián (Bueno, m.41), Saúl; Lass, Jonathan Viera y Iago Falqué (Embarba, m.67).
3 - Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, m.58), Sergio Ramos, Pepe, Coentrao (Marcelo, m.44); Xabi Alonso (Illarramendi, m.46), Modric; Bale, Di María, Cristiano Ronaldo; y Benzema.
Goles: 0-1: M.2 Cristiano Ronaldo; 0-2: M.30 Benzema; 0-3: M.48 Cristiano Ronaldo; 1-3: M.52 Jonathan Viera, de penalti; 2-3: M.54 Jonathan Viera, de penalti.
Árbitro: Alvárez Izquierdo (comité catalán). Amonestó a Nacho (57), Tito (75) y Trashorras (86), del Rayo; y a Carvajal (4), Xabi Alonso (10), Di María (61), Marcelo (70) y Modric (92).
Incidencias: encuentro correspondiente a la duodécima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante unos 12.000 espectadores.
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