Champions League

Fútbol

Bale «interruptus»

La Razón
La RazónLa Razón

Bale debutaba y el Bernabéu estaba preparado para recibirlo como hace con las grandes estrellas. Presentaba un aspecto esperanzador: lleno, probablemente más por el efecto llamada de Bale que por el efecto llamada del Getafe. No pudo ser, sin embargo. Los únicos que vieron al galés pisar el césped fueron los que llegaron pronto, que no suelen ser muchos: el equipo hacía los ejercicios de calentamiento habituales, Bale se ejercitaba con normalidad hasta que se tocó el muslo izquierdo y llamó a uno de los fisios. Éste hizo un masaje urgente, le palpó y comprobó su dolor: había que esperar a mejor ocasión para ver al gran fichaje de la temporada. «Ha tenido un pequeño problema en el calentamiento, no podemos decir que es una lesión porque, hablando con los doctores, no creo que sea un gran problema. Hay que hacer una resonancia para ver que le pasó. Él no estaba cómodo, tranquilo, he preferido evitar problemas», dijo Ancelotti.

El futbolista galés, al que se estaba dosificando para evitar una rotura tras su extraña pretemporada, se marchó a los vestuarios. El fútbol es tan azaroso que no se lesionó jugando, como temía el cuerpo técnico, sino que su musculatura dijo basta en un entrenamiento. «Creo que la pretemporada de Bale fue muy particular –continuó el entrenador italiano– no solamente en el aspecto físico, también en el mental. Ha esperado mucho tiempo y creo que es el problema. Jugó sesenta minutos ante el Villarreal, treinta ante el Galatasaray y está entrenándose para mejorar su preparación física».

Su lesión fue tan inesperada que en la hoja sobre la información de partido que se reparte a los medios, en el once titular sí estaba el galés y no Isco. Ancelotti quería dar descanso al andaluz y a Modric para evitar lesiones. No se puede controlar todo. Las molestias de Bale le hicieron variar sus planes sobre la marcha. El galés se marchó directamente a ser tratado y explorar su lesión. Isco, que iba a ver el comienzo del partido en el banquillo, se vistió de corto, y Varane, que no había sido convocado porque en los pasos para su recuperación se quería esperar un par de días, se sentó en el banquillo.

Los hinchas madridistas que llenaron el estadio lamentaron la ausencia del hombre al que habían ido a ver, pero a cambio disfrutaron de Isco y de Ronaldo. el Bernabéu vivió una tarde apacible. Sólo Benzema despierta dudas a algunos socios: por lo visto tiene que marcar en todos los partidos. «Me han parecido feos los pitos a Karim. Morata falló otra y no le pitó nadie. Hay que ser justos con todos», dijo Di María. Benzema ayer tuvo dos remates de cabeza que falló. Cuando parte del estadio iba a recriminárselo, porque no le perdonan una, Arbeloa se puso a aplaudir y el público le siguió. Fue decisivo: al ser sustituido Benzema, el público le aplaudió. El Madrid ya está en calma.