El equipo de Benítez se adelantó en una media hora en la que dominó al Sevilla. Después, Konoplanka dio una exhibición y los visitantes dudaron atrás y no tuvieron ideas en ataque

No supo atacar el Madrid cuando el Sevilla le dio el balón y el campo y no supo defender cuando el conjunto de Emery fue vertical, a buscarle las debilidades y las encontró. Benítez se agarró al resultado en el encuentro contra el PSG para no hablar públicamente de las carencias que se vieron ese día a su equipo y ayer el Sevilla las dejó al descubierto, en un partido en el que el conjunto local se encontró cómodo cuando dominó, evidentemente; pero también cuando fue dominado y ni siquiera el golazo de Ramos le desvió de su plan. En cambio el Madrid se fue desdibujando hasta desaparecer de Sevilla, desbordado por la emoción del rival, que durante los últimos minutos tuvo a los de Benítez a su merced.

No dio la impresión de que iba a suceder eso durante la primera media hora del encuentro, cuando el Madrid tomó el balón con decisión, para mandar en el partido, mientras que el Sevilla se echaba atrás para esperar y tapar todos los huecos. El equipo de Benítez tuvo la pelota, pero como sucedió durante el resto del partido, casi nunca tuvo muy claro para qué. Modric fue el que más la quiso durante esos minutos, con mucha movilidad, mientras Bale, que volvía de la lesión, se movía mucho por el ataque y remataba todo lo que podía. Esa posesión apenas se tradujo en oportunidades claras: un desmarque de Ronaldo, una arrancada de Bale. Hubo momentos en los que Modric llegó al ataque y no supo a quién pasar la pelota.

Durante media hora el Madrid jugó cerca del área del rival y lo tenía todo controlado, con paciencia y sin prisa. Fue Ramos quien remató de manera espectacular un saque de esquina, en una media chilena; pegó el balón al palo y cayó sobre su hombro malo. No pudo ni celebrar el gol del dolor que tenía. Se retiró poco después, para ver desde el banquillo y con gesto de sufrimiento cómo sus compañeros se iban diluyendo sin remisión ante el despliegue que protagonizó Konoplyanka.

Según se desarrolló el partido, dio la impresión que el Sevilla casi siempre lo tuvo controlado, que supo manejar mejor que el Madrid los ritmos. Agazapado al principio y mucho más vertical cuando lo necesitó para buscar el empate y para ganar el encuentro con comodidad en la segunda parte, ya con los de Benítez fuera de combate y dejando una sensación de debilidad, que no llega en el mejor momento.

Fue Casilla quien primero mostró su inseguridad. Aunque Benítez ha intentado no reconocerlo, Keylor Navas ha sido más que fundamental en la trayectoria del Madrid durante este principio de temporada. Casilla midió mal en su primera intervención, en un balón colgado en la primera parte y después dudó mucho, se quedó bajo el larguero en el saque de esquina en el que nació el primer tanto del Sevilla.

Entonces, el Real Madrid ya había perdido la pelota y se le iba escapando el ánimo. Casemiro volvía a destacar en labores defensivas, pero no aportaba nada al ataque. Modric se puso en modo «off» y Kroos, por su lado, ha desaparecido de la construcción para centrarse mucho más en la presión al rival. Isco lo intentó, abusando de su regate. James estuvo en el banquillo para salir por él en la segunda parte y marcar un gol inútil en el último minuto. El colombiano pidió la pelota desde que saltó al campo, pero no sirvió para cambiar la dinámica del partido en ese momento.

El balón no les servía para nada a los de Benítez. Bale tiraba mucho y Ronaldo se desesperaba, que es lo que más hace en los últimos tiempos. El Sevilla se puso el cuchillo entre los dientes, el balón en el pie de Konoplyanka y el equipo de Emery se fue a por el Madrid, primero por el lado de Danilo, que no termina de encontrar su forma de jugar.

Pocas noticias dejó el Madrid en la segunda mitad. Casemiro siguió en el campo, mientras Benítez quitaba a Kroos y a Isco. Tuvo una el mediocentro, en un remate de cabeza pudo cambiar el destino al que parecía encaminado el partido, pero Sergio Rico hizo una parada al estilo Keylor Navas para detener el balón, abajo y en la línea. El Sevilla ya se creyó invencible, marcó el tercero y el Madrid se vio impotente, con las luces apagadas.

- Ficha técnica:

3 - Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Rami, Andreolli (Koloziejczak, m.84), Tremoulinas; N'Zonzi, Krychowiak; Vitolo, Éver Banega (Krohn-Dehli, m.77), Konoplyanka; e Immobile (Llorente, m.70).

2 - Real Madrid: Casilla; Danilo, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.31), Nacho; Casemiro, Kroos (Jesé, m.78), Modric; Isco (James Rodríguez, m.63), Bale y Cristiano Ronaldo.

Goles: 0-1, M.22: Sergio Ramos. 1-1, M.36: Immobile. 2-1, M.60: Éver Banega. 3-1, M.74: Llorente. 3-2, M.93: James.

Árbitro: José Luis González González (Comité Castellano-Leonés). Amonestó al visitante Nacho (m.5) y al local Immobile (m.36).

Incidencias: Partido de la undécima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de cuarenta mil espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones. EFE